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Las cámaras que nuclean a las pymes del agro, industria, comercio y finanzas advirtieron ayer mediante un comunicado los riesgos que entraña afianzar los vínculos comerciales con China sin proteger debidamente a la producción local. Para fundamentar su preocupación por la posibilidad de que muchas fábricas locales terminen claudicando ante la competencia asiática, la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN) citó un trabajo de la consultora Ecolatina –fundada por al actual ministro de Economía, Roberto Lavagna– donde sólo se mencionan a los sectores agropecuario y agroindustrial como “ganadores relativos”.
La CEEN reconoce que después del acuerdo de cooperación firmado el año pasado con aquel país, las exportaciones argentinas aumentaron, aunque puntualizando que 9 de cada 10 dólares “provienen del agro o de productos agropecuarios procesados”. Por el contrario, las ventas de origen industrial perdieron participación, desde un 6,8 por ciento en el 2003 hasta un 3,9 por ciento en la actualidad.
“En paralelo –subraya el documento– también aumentan las importaciones de origen chino”, que en los nueve primeros meses del año totalizaron 937 millones de dólares, superando al registro de todo el 2004. “Sería altamente deseable que el gobierno argentino avanzara en la definición de los sectores sensibles a las importaciones (de ese origen) para evitar o al menos morigerar los efectos negativos”, que, según descuentan las pymes, se van a producir.
El reconocimiento de economía de mercado –status que Argentina concedió a China a cambio de promesas de inversión y apertura de su mercado– debilitaría los recursos disponibles en el país para enfrentar, incluso, hasta los productos que ingresen a precio dumping, según advierte el texto. Algo que preocupa tanto como una restricción que admitió el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía: las salvaguardas para defender a la industria nacional sólo pueden ser medidas “transitorias”.