ECONOMíA
Argentina recompone vínculos con España, pero por dos vías paralelas
Alberto Fernández y Felisa Miceli se encuentran en España tratando de estrechar relaciones con empresarios y funcionarios, pero por cuerdas separadas. No se hizo la cena prevista con los principales grupos españoles. Hubo explicaciones contradictorias.
Por Raúl Dellatorre
Las gestiones que, por estas horas, realizan en España dos de los principales funcionarios del gobierno argentino marchan por cuerdas separadas. Uno, el jefe de Gabinete, está a cargo de las negociaciones para cerrar las más profundas heridas, como las que tienen por interlocutores a Marsans (Aerolíneas Argentinas) y Telefónica. Otra, la ministra de Economía, busca en cambio sentar las bases de una nueva relación con empresarios y funcionarios de la península, eludiendo los temas más espinosos del pasado reciente. Ambos coincidirán hoy en su encuentro con uno de los hombres clave del gobierno de Rodríguez Zapatero en el Palacio de la Moncloa. En cambio, no pudieron compartir una cena con empresarios anoche que, según una versión, se suspendió a pedido de Miceli, y de acuerdo con otra versión, jamás estuvo programada. Entre cortocircuitos y paralelismos, el Gobierno busca recomponer vínculos en Madrid.
Alberto Fernández se encuentra en España desde el lunes, y Felisa Miceli arribó ayer después del mediodía. El jefe de Gabinete mantuvo dos reuniones con directivos de Marsans –operador turístico que ostenta la mayoría accionaria de Aerolíneas Argentinas–, que el funcionario calificó como “muy favorables, productivas y fructíferas”. De acuerdo con la versión oficial sobre el encuentro con el titular del grupo Marsans, Gerardo Díaz Ferrán, durante el mismo no se habló de un aumento de tarifas. El tema, según el empresario, sólo se tocó “superficialmente” y en el marco de la discusión sobre el aumento de costos de la actividad en los últimos años.
En el segundo encuentro participó Juan Manuel Palacios, secretario gremial de la CGT, quien se encuentra por otras actividades en la capital española y fue convocado por Alberto Fernández a esa reunión. Aerolíneas viene de un prolongado conflicto con pilotos y técnicos que, por el momento, está en una tregua de 90 días, lo que le permitió a la empresa volver a volar. El principal dirigente del gremio de mecánicos aeronáuticos, Ricardo Cirielli, alineado con el moyanismo al igual que Palacios, integra el gobierno como subsecretario de Transporte Aerocomercial, pero mantiene una pésima relación con las autoridades de la empresa. Díaz Ferrán le comunicó a Palacios la intención del grupo de “recomponer el diálogo” con los trabajadores, aunque se desconoce si hubo propuestas concretas. El directivo español le manifestó a Fernández, además, que su empresa colaborará con el gobierno argentino “haciendo inversiones en todas las áreas de turismo”.
La ministra de Economía, en tanto, mantuvo contactos informales con empresarios y funcionarios a lo largo de la tarde. “No hay ningún acuerdo, no se está negociando nada, simplemente se busca reforzar vínculos y, seguramente, Felisa volverá con muchas ideas y propuestas para seguir trabajando en Buenos Aires”, informó una fuente del Palacio de Hacienda, tratando de bajar las expectativas en torno de estas gestiones. Respecto de la cena con empresarios que, según se informó en Madrid, se había suspendido “por problemas de agenda” de Miceli, la fuente cercana a la ministra indicó que “no se suspendió ninguna cena, porque nunca estuvo programada”. Y acerca de las negociaciones con Aerolíneas o con Telefónica, desde Economía responden que “no son temas que estén en la agenda de la ministra”, tomando distancia de las gestiones entabladas por el jefe de Gabinete.
Las mayores expectativas están puestas en el encuentro que los dos funcionarios del gabinete mantendrán hoy con Miguel Sebastián, director de la Oficina Económica de la Presidencia en el gobierno español. Sebastián es el principal interlocutor entre el gobierno y los grupos económicos españoles y, como tal, uno de los funcionarios que sigue más de cerca la evolución de sus inversiones en Argentina. Aunque proviene del sector financiero –ex economista jefe de BBVA–, no tiene la mejor relación con los banqueros. Miguel Sebastián recibirá hoy a la nueva ministra y al jefe de Gabinete del gobierno de Kirchner, en un rol múltiple: un componedor de relaciones con terceros, un amigable nexo con el gobierno español y, lo que más se espera de él, un eficiente lobbista en favor de Argentina ante los organismos internacionales.