EL PAíS
El modelo K para la Magistratura desafía la tormenta de críticas
Asuntos Constitucionales del Senado votó el dictamen para achicar de 20 a 13 miembros la Magistratura. La reforma es alentada por Cristina Kirchner. Varios sectores se oponen porque, dicen, avanza sobre la independencia del cuerpo.
Por Eduardo Tagliaferro
La presencia de Néstor Kirchner en el Senado, donde hoy participará de la jura de su esposa Cristina Fernández como senadora por Buenos Aires, fue la razón de mayor peso que tuvo el oficialismo para postergar el tratamiento de la reforma del Consejo de la Magistratura. La iniciativa impulsada por la senadora Fernández es criticada tanto por los partidos de la oposición como por jueces, abogados y académicos, ya que sostienen que avanza sobre la independencia del organismo. Sin la presencia de Fernández de Kirchner, ya que su mandato caducó el 10 de diciembre, la Comisión de Asuntos Constitucionales firmó ayer un nuevo dictamen para reflotar el proyecto avalado hace dos semanas y que perdió estado parlamentario por la renovación parcial del cuerpo. Lejos de dar marcha atrás con la decisión de achicar el cuerpo creado por la Constitución reformada en 1994, el partido de gobierno tan solo la postergó por una semana.
Momentos antes de que comenzara la reunión de la comisión del Senado, en Diputados, la titular del ARI, Elisa Carrió, señaló que el oficialismo intentaba “eliminar la representación de las minorías para garantizar el cumplimiento de la Omertà ya que lo que les molesta es que haya testigos”. La representante el ARI en el Consejo, Marcela Rodríguez, sostuvo que el proyecto “es el mayor retroceso desde que en los ’90 Carlos Menem amplió la Corte Suprema para nombrar a sus amigotes”. Fue Carrió la que recordó que en las discusiones parlamentarias del ‘97 cuando se sancionó la ley –concretamente el 10 de diciembre de ese año– en la última sesión ordinaria del Senado, Cristina Fernández junto a Jorge Yoma y la oposición se refutaron el deseo menemista, encarnado por Augusto Alasino, de crear un Consejo de 13 miembros y no uno de 20, como finalmente se obtuvo.
“¿Qué fue lo que cambió para que ahora Cristina Fernández apoye un proyecto que antes rechazó? Ellos están en el poder. Claro, desde el poder se sigue haciendo lo mismo”, dijo Carrió al criticar la iniciativa de la senadora nacida en La Plata que hoy representa a Buenos Aires.
La firma del dictamen por la nueva Comisión Legislativa era un requisito imprescindible para que el proyecto pudiera llegar al recinto la semana próxima. Algo que si quiere el PJ puede evitar ya que sus números son lo bastante holgados como para tener por sí solo los dos tercios necesarios para incorporar un dictamen a la sesión del día.
El chubutense Marcelo Guinle, hasta febrero presidente provisional del Senado, vicepresidente de Asuntos Constitucionales, titular a partir de hoy de la estratégica Comisión de Acuerdos, presentó el tema a los nuevos senadores y luego del pantallazo abogó por que no se reabriera la discusión. Una propuesta que avaló Pichetto y que el titular de la bancada radical, Ernesto Sanz, consintió pese a que marcó las diferencias con la propuesta del oficialismo. El radical mendocino presentó un proyecto en minoría y dijo que muchos de los opositores a la iniciativa no habían sido escuchados, como los miembros del Consejo, pese a que lo pidieron. “Algo leí en los diarios”, respondió Guinle.
El salteño Ricardo Gómez Diez, del Partido Renovador, advirtió que se “altera el equilibrio previsto en la Constitución”. Pichetto insistió con su teoría de que “el equilibrio es un concepto relativo” y fue el radical chubutense Norberto Massoni quien alertó que con la nueva composición, la oposición nunca tendrá los dos tercios para impulsar una destitución o designación de un juez si el oficialismo no lo respalda. Aunque no destacó que ahora está cerca de la mayoría gubernamental, la porteña Vilma Ibarra, recordó que siempre representó a las minorías. Se limitó a decir: “Lo importante no es lo numérico sino la calidad de la representación”. Y añadió que se pretendía un funcionamiento menos corporativo, más dinámico. En 1997 Carlos Menem intentó tener un Consejo de la Magistratura con 13 miembros y con un peso determinante del oficialismo. No lo logró. Dentro de una semana el kirchnerismo lo conseguirá en el Senado.