Felisa Miceli justificó los acuerdos de precios como una herramienta para evitar que los aumentos “puedan frenar prematuramente la actual expansión económica”. Advirtió, además, que los mismos procuran “asegurar que los trabajadores puedan llegar a las negociaciones salariales con expectativas moderadas”. Al hablar ante la Asamblea Anual del BID, en Belo Horizonte, la ministra de Economía reconoció que “las medidas económicas que hemos aplicado en los últimos tres años no gozan del consenso pleno de la comunidad económica y financiera internacional”, pero reivindicó “el derecho pleno de los países de la región de encontrar caminos propios, de no atarnos a recetas preconcebidas”. En otro momento de su visita a Brasil, Miceli respondió a una consulta de la prensa que la posibilidad de reabrir las negociaciones con los acreedores privados que quedaron fuera del canje de títulos de la deuda (los denominados holdouts) está absolutamente clausurada.

“Como indicara el presidente (Néstor) Kirchner en su reciente discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, los acuerdos son necesarios para estabilizar expectativas y evitar la aparición de mecanismos de propagación”, indicó Miceli ante la asamblea. La titular del Palacio de Hacienda señaló que “los esfuerzos del Gobierno (para atacar la inflación) se basan en la convicción de que el manejo macroeconómico debe reconocer tanto la memoria inflacionaria del país como la existencia de mercados de productos de competencia imperfecta (...) y comportamiento de consumidores que operan con información imperfecta”. Enfatizó que “este marco, que es cada vez más aceptado en el análisis macroeconómico moderno, parece ser ignorado por los críticos” del Gobierno.

“Quiero repetirlo una vez más”, recalcó, “no somos el gobierno ni el equipo económico del ajuste. Pretendemos encauzar la potencialidad de la sociedad argentina hacia un sendero de crecimiento y desarrollo”.

En cuanto al rol del Banco Interamericano de Desarrollo, Miceli señaló que la institución “representa una alianza geopolítica especial que no puede quedar subordinada a decisiones de una arquitectura financiera internacional en la cual nuestros países son simples observadores”. Solicitó, en tal sentido, “flexibilizar las operaciones sin garantía soberana para poder financiar una variedad de potenciales asociaciones público-privadas que el actual esquema de trabajo del Banco no permite atender”.

Durante su visita a Belo Horizonte, la ministra de Economía mantuvo un encuentro con su par brasileño, Guido Mantega, quien acaba de hacerse cargo de la cartera de Hacienda en reemplazo de Antonio Palocci. La relación entre ambos tiene como antecedente la vinculación en tiempos que Miceli era presidenta del Banco Nación y Mantega, titular del Bandes, Banco Nacional de Desarrollo Social de su país. En el encuentro, trataron varios temas referentes a las necesidades de financiamiento y de energía en la economía de ambos países.