Los representantes de profesores, alumnos y graduados de la Universidad de Buenos Aires (UBA) deberían reunirse hoy para elegir al rector que encabezará durante cuatro años la casa de estudios más importante del país. Pero anoche peligraba seriamente la sesión de la asamblea universitaria, después de que numerosos grupos de estudiantes, principalmente de Ciencias Sociales y de Filosofía y Letras, ocuparan pacíficamente la sede del Colegio Nacional de Buenos Aires, donde esta mañana debían encontrarse los 236 asambleístas. La toma, encabezada por la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), se realizaba en rechazo a la postulación de Atilio Alterini, decano de Derecho, el hombre con más posibilidades de suceder a Guillermo Jaim Etcheverry en el rectorado de una universidad cuya matrícula supera los 300 mil estudiantes y cuyo presupuesto anual excede los 500 millones de pesos.

La asamblea universitaria estaba convocada para las 9. Después de un largo debate mantenido en la tarde de ayer por las autoridades de la UBA, las puertas de la asamblea iban a estar abiertas al público, pese a que el bloque mayoritario, el que promueve la candidatura de Alterini, había intentado restringir el ingreso “en forma preventiva”.

Es que los incidentes y la posible postergación de la asamblea ya se temían desde que recrudecieron las críticas de agrupaciones de izquierda y organismos de derechos humanos contra Alterini, cuestionado por haber ocupado la Dirección de Asuntos Jurídicos de la municipalidad porteña durante la última dictadura, entre 1981 y 1982. La toma fue resuelta anoche por asambleas estudiantiles. “Antes de la asamblea universitaria, queremos que se le haga un juicio académico al decano de Derecho. Según el estatuto de la universidad, hay que tener rectitud ética y moral para ser rector de la UBA. Y no creemos que un colaboracionista de la dictadura la tenga. No sólo no debería ser candidato al rectorado, sino que tampoco puede ser asambleísta”, dijo a Página/12 Agustín Vanella, copresidente de la FUBA.

Finalmente, los candidatos al rectorado de la UBA serían al menos cinco, ya que ayer se confirmó que Federico Schuster, decano de Sociales (ver aparte), se sumará a una lista que ya incluía al actual rector Jaim Etcheverry, al ex decano de Ciencias Exactas Pablo Jacovkis y al ex decano de Agronomía Fernando Vilella. Además de Alterini, el mejor posicionado, apoyado por decanos, profesores, alumnos y egresados de las facultades de Medicina, Derecho, Psicología, Económicas, Farmacia y Bioquímica, Ingeniería, Odontología, Veterinarias y minorías de otras facultades, como Arquitectura y Filosofía y Letras (ver la solicitada que se publica en página 9). Un espacio políticamente hegemonizado por universitarios radicales aliados con sectores del peronismo e independientes que sumaría el voto de entre 120 y 124 asambleístas, cifra suficiente para ganar en primera vuelta.

A pesar de la polarización que se vive en la universidad, frente a ese bloque el resto de los sectores mantenía diferencias que les impedían unificar una posición. En ese contexto, con la alianza que lo sustenta sólida, el principal enemigo de la candidatura de Alterini es el paso del tiempo. Por eso, ayer, para evitar cualquier postergación, los sectores que lo apoyan intentaron acotar el ingreso de público a la asamblea universitaria, argumentando que era necesario proteger la integridad de las personas y los bienes de la universidad. Pero la propuesta presentada ante el Consejo Superior fue rechazada, tras una larguísima discusión. “Va contra el espíritu de la asamblea universitaria”, dijo el decano de Filosofía, Hugo Trinchero. El rector dijo que no estaba dispuesto a llamar a la fuerza pública y los graduados de mayoría propusieron convocar a la policía, propuesta que no tuvo aval. La votación de los consejeros quedó igualada en 13 votos a favor y otros tanto en contra. Y tuvo que desempatar Jaim Etcheverry: “Hago una apuesta a que la sesión se va a desarrollar normalmente... Me gustaría que los estudiantes comprendieran que en esta instancia es fundamental cumplir con la elección del rector... Toda la sociedad argentina está mirando a la universidad y debemos dar la imagen de una institución capaz de discutir seriamente ideas”. El llamado del rector no tuvo eco en la FUBA, que anoche decidía cómo y hasta cuándo continuar con las medidas de protesta en el Nacional de Buenos Aires.

Ya antes, mientras todavía sesionaba el Consejo Superior, había sido tomada por estudiantes la oficina del decanato de la Facultad de Ciencias Económicas. No por la FUBA, sino por la agrupación socialista Manuel Belgrano, ahora con aliados kirchneristas, en rechazo a la candidatura de Alterini y contra las resoluciones tomadas por el nuevo decano de la facultad, Alberto Barbieri. “A partir de que hicimos pública nuestra oposición a Alterini, sufrimos una persecución cuya última manifestación fue la resolución del consejo directivo de quitarle a la Belgrano el espacio donde funcionaba la Defensoría de los Estudiantes”, contó Alejandra Fernández Escarano.