El Gobierno prevé realizar obras de agua potable y cloacas en el Gran Buenos Aires y la ciudad por 9000 millones de pesos en un plazo mínimo de cinco años, según el programa que entregará dentro de diez días la empresa Agua y Saneamientos Argentinos al Ministerio de Planificación. “Tenemos una clara definición de las obras, los lugares, los costos y las combinaciones que tendrá el programa, incluso están realizados los pliegos, lo que estamos terminando es el diseño de la financiación”, señaló ayer el titular de Aysa, Carlos Ben.

El funcionario adelantó que el programa apunta a dar “la mayor cobertura” a los usuarios del área de concesión que tenía Aguas Argentinas e incluye “infraestructura básica, redes de conexión y plantas”. En cuanto a la definición del esquema de financiación, Ben sostuvo que se manejan todas las alternativas posibles, desde aportes de los estados nacional, provincial, porteño y municipales, hasta créditos internacionales, ya sea de manera directa o a través de las jurisdicciones involucradas o la conformación de un fondo fiduciario.

La inversión destinará 6000 millones de pesos a obras cloacales, que “son las más costosas”, según resaltó Ben, y el resto al agua potable. Dentro de esos montos, Aysa participará con su capital, de alrededor de 150 millones de pesos, de los cuales 20 millones ya fueron comprometidos en obras concretas, y de acuerdo con lo anunciado por Ben, en un mes estará listo el esquema financiero para el resto. Si bien el funcionario eludió precisar las zonas y los emprendimientos prioritarios, en términos generales señaló que en materia de agua potable “se procura primero el tratamiento, después el transporte y por último la distribución, mientras que en cuestión de cloacas el proceso es inverso”.

En cambio, sí adelantó que el programa de obras contempla un plazo mínimo de concreción de 5 años y que en 10 días será remitido a Planificación para su evaluación y eventuales consultas. A modo de ejemplo, para dar dimensión de la magnitud de las obras a encarar y lo difícil de determinar tiempos y necesidades financieras, Ben mencionó que se pretenden “extender las cañerías existentes casi al mismo nivel que logró hasta el momento el servicio en más de 100 años de funcionamiento”. El titular de Aysa destacó que las obras previstas en el programa darán “gran participación a constructoras y entidades financieras”, entre otros operadores.