La dirigencia del agro y el transporte, principales demandantes de gasoil, reaccionaron favorablemente a la decisión del Gobierno de aplicar la Ley de Abastecimiento para garantizar la provisión del combustible, aunque se mostraron cautelosos a la espera del cumplimiento efectivo de la medida. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, justificó la iniciativa y no descartó extender las sanciones que prevé la norma a otros sectores si hay escasez de bienes. “Es deber de un funcionario aplicar la ley”, enfatizó el funcionario.

Una de las pocas críticas que se escucharon ayer correspondió al ex ministro de Economía Roberto Lavagna, para quien es un error tanto reflotar la Ley de Abastecimiento como seguir con los acuerdos de precios. “Son situaciones que terminan mal porque se contienen precios de manera artificial”, consideró, y agregó que el Gobierno “trata de ocultar” la crisis energética.

En cambio, el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, fue el más firme defensor de la medida. “Muchos en este país creían que la Ley de Abastecimiento estaba sepultada pero está vivita y coleando, disponible a ser aplicada cuando el interés común esté por encima del interés de tres o cuatro empresas”, indicó el dirigente agrario. En el mismo tono, el diputado kirchnerista Carlos Kunkel denunció que “las empresas de combustibles están especulando”. “Los yacimientos no son privados. Fueron concesionados para su explotación y las empresas pueden extraer el combustible, pero tienen que satisfacer el mercado interno”, señaló.

En cuanto a las posibilidades de abastecimiento, la Sociedad Rural sostuvo que “hoy la industria petrolera trabaja prácticamente al máximo de su capacidad” pero “las importaciones de gasoil entre enero y agosto de este año se redujeron un 74,1 por ciento respecto del mismo período de 2005”. El presidente de la entidad, Luciano Miguens, aseguró que existen problemas con el abastecimiento. “Lo veníamos advirtiendo desde hace tiempo”, recordó. Por su parte, el vicepresidente de Confederaciones Rurales, Néstor Roulet, remarcó que el problema “es mucho más profundo que traer el combustible de afuera”, aunque se manifestó esperanzado en que se resuelva el problema a corto plazo.