Los candidatos a la presidencia de Ecuador cerraron anoche la campaña mientras las encuestas internas –por ley está prohibido distribuir datos de intención de voto desde la semana pasada– a las que ha tenido acceso este diario indican que Rafael Correa de la izquierdista Alianza País pierde terreno obteniendo el 24 por ciento de los votos. Y aunque probablemente resulte el vencedor en las urnas el próximo domingo, será necesario acudir a una segunda vuelta el próximo 26 de noviembre. Sus rivales, el empresario Alvaro Noboa y el socialdemócrata León Roldós, obtienen el 19 por ciento y el 16 por ciento, respectivamente. Estas dos candidatos alternaron entre el segundo y tercer puesto varias veces ya.

Los tres presidenciables dedicaron todo el día de ayer a visitar la mayor cantidad de localidades posibles y reunirse con la mayor cantidad de gente posible. Mitines, marchas, fiestas y conciertos marcaron el clima del último día de la campaña electoral. El multimillonario Noboa y el moderado Roldós eligieron la ciudad portuaria de Guayaquil, el centro económico del país. El izquierdista Correa, en cambio, prefirió terminar en la capital ecuatoriana. En los medios de comunicación, mientras tanto, la propaganda electoral se disparó, como intentando compensar por los tres días en los que la publicidad estará prohibida.

Antes de que empezaran los actos de cierre, los candidatos convocaron a conferencia de prensa para dejar en claro sus propuestas y reafirmar sus promesas. Correa aprovechó este espacio para confirmar su política regionalista, al recordar el liderazgo de Hugo Chávez y Evo Morales. También destacó el rol de Ollanta Humala en Perú y de Andrés López Obrador en México. El resto de los candidatos, en cambio, prefirió referirse a temas nacionales.

Pero no todo fue tranquilo en este último día de campaña. Como sucedió antes, los simpatizantes de Correa y Roldós se enfrentaron durante la mañana en Guayaquil. La pelea incluyó algunos disparos, aunque no hubo heridos. Los partidarios de uno y otro candidato ya habían chocado. La última vez fue mientras apoyaban, desde la calle, a sus dirigentes en el debate televisivo de la semana pasada.

A medida que se aproxima la hora de votar el discurso contra este economista al que no le gusta la dolarización de la economía ecuatoriana vigente desde 2000 y declara sus simpatías por el mandatario venezolano Hugo Chávez, ha puesto a las puertas de la segunda vuelta al empresario Alvaro Noboa, del Partido Renovador Institucional (Prian). Noboa plantea las elecciones como una disyuntiva “entre el populismo comunista de Correa” y “la libre empresa que yo represento”. No obstante, Noboa tendrá que disputar el segundo puesto que otorga el derecho al desempate con el socialdemócrata León Roldós.

La estrategia de Roldós es presentarse como un candidato moderado entre dos modelos radicales. Durante toda la campaña ha insistido en la necesidad de garantizar la estabilidad democrática de Ecuador, algo que en su opinión no es posible si llegan a la presidencia Correa o Noboa. Aunque goza de un gran apoyo en Quito, el candidato socialdemócrata –que opta por tercera vez a la presidencia del país– ha ido perdiendo terreno en las encuestas frente al empuje del multimillonario Noboa, quien por su parte ha optado por un ataque frontal contra el principal favorito ignorando al resto de sus adversarios.

Sin hacer caso de las encuestas, Correa volvió a manifestarse ayer convencido de que vencerá en la primera vuelta. Para conseguirlo necesita el 50 por ciento más uno de los votos o superar el 40 por ciento, sacando diez puntos de ventaja al segundo candidato más votado, seguramente Roldós o Noboa. En menos de 24 horas Correa protagonizó dos multitudinarios actos en Guayaquil y Quito. Enarbolando el cinturón que lo ha hecho famoso y a los sones de una pegadiza canción que dice “¿Qué pide la gente? ¿Asamblea Constituyente?”, insistió el líder izquierdista, reiterando que es necesario reformar en profundidad las estructuras del Estado.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.