El Gobierno intentará en los próximos días destrabar el ingreso de autopartes y componentes a México. El subsecretario de Integración, Eduardo Sigal, partió ayer hacia el Distrito Federal, donde espera alcanzar un acuerdo que permita al sector autopartista acompañar el salto de las exportaciones de las terminales automotrices. La Argentina exportó en los primeros diez meses del año algo más de 184 mil unidades, de las cuales casi 94 mil fueron autos. Con México existe un acuerdo automotriz con un cupo de 50 mil unidades anuales que ingresan sin pagar derechos ni aranceles, pero no así en autopartes. Para colmo, el mercado de reposición de piezas de México para los autos exportados desde Argentina es abastecido por las firmas de Brasil. En el último convenio negociado para incrementar al 50 por ciento el universo de intercambio libre de aranceles, los mexicanos pidieron dejar afuera las autopartes. El reclamo obedece a que Argentina a su vez aplica un programa especial para fomentar la actividad del sector, para el cual se conceden mayores beneficios fiscales a las terminales cuando más cantidad de piezas locales integren los autos. Este año, las exportaciones argentinas de autopartes a diversos destinos alcanzaron un monto del orden de los 2000 millones de dólares.