Algo de cierto hay en la expresión del Presidente de la Nación cuando dice que “todavía estamos saliendo del infierno”. Pese a la notable recuperación económica de los últimos cuatro años, el indicador de actividad que elabora el Indec (un estimador de la evolución del producto interno bruto) muestra que, con el nivel alcanzado en noviembre de 2006, recién estamos con respecto al pico del ciclo anterior (junio de 1998) como si la economía hubiera crecido a una tasa constante del 1,9 por ciento anual desde entonces. El lado positivo de estos resultados es que, a un mes del cierre de los datos del año, ya se verifica que 2006 resultó el cuarto consecutivo con tasas de crecimiento próximas al nueve por ciento.

La información que brinda el Indec da cuenta de un aumento del nivel de actividad económica en noviembre del 8,6 por ciento respecto del mismo mes del año anterior. El acumulado de enero a noviembre de 2006 muestra un incremento del 8,5 por ciento respecto de igual período de 2005. Dada la evolución del indicador a lo largo del año y esperando que en diciembre se hubiera repetido la misma tendencia, el promedio de actividad en 2006 resulta superior entre 8,6 y 8,8 por ciento al correspondiente a 2005. Aunque quizás levemente inferior a las tasas de crecimiento de los tres años inmediatos anteriores (entre 8,8 y 9,2 por ciento), difícilmente pueda hablarse en este caso de desaceleración.

Con respecto al índice de actividad promedio del año 2002, el correspondiente a 2006 exhibe un crecimiento del orden del 40 por ciento. Pero como entre 1998 y 2002 se verificó un profundo proceso recesivo, la variación entre “puntas” (junio de 1998 a noviembre de 2006) es muy inferior: el 16,4 por ciento. Si ése hubiera sido el resultado de un crecimiento constante y no producto de una profunda recesión con una posterior recuperación sostenida, la tasa media de crecimiento en estos ocho años debería haber sido del 1,9 por ciento.

De acuerdo con algunas precisiones brindadas por fuentes del Ministerio de Economía, la actividad industrial mantiene una tasa de crecimiento interanual elevada, del 8,5 por ciento, siendo por su incidencia la locomotora del aumento en el estimador del producto bruto. Principalmente, los datos del sector manufacturero están respaldados en los resultados del sector automotor, cuya producción de unidades resulta superior en un 30 por ciento a los registros del año 2005. La construcción sigue creciendo a tasas elevadas, del orden del 16,4 por ciento sobre el año anterior, aunque su participación en el producto es sensiblemente menor a la de la industria.

El crecimiento del agro, en términos físicos (no se toman en cuenta los valores), resultó más moderado, del 4 por ciento anual, mientras que el suministro de agua, gas y electricidad tuvo un aumento del 2,6 por ciento en los primeros once meses de 2006 con respecto al mismo período del 2005. Según la fuente de la cartera económica, mientras que la producción de bienes experimentó una expansión del nueve por ciento, los servicios lo hicieron a una tasa del 8,4 por ciento. Entre estos últimos, la intermediación financiera fue la que exhibió el alza más destacada, con el 24,4 por ciento, seguida del rubro transporte y comunicaciones, que registró un aumento interanual del 14,5 por ciento. El comercio mostró un aumento en su nivel de actividad del 9,3 por ciento.

En cuanto a las razones que impulsaron que en 2006 se mantuvieran las altas tasas de crecimiento de los primeros años de recuperación, diversos economistas coincidieron, en general, en otorgarle al consumo un nivel preponderante para alcanzar estos resultados. Marcelo Lascano, integrante del Plan Fénix, destacó que “en los últimos siete meses se observó un poco más de énfasis (en el crecimiento) como consecuencia de cierta recomposición salarial y el aumento de las exportaciones con valor agregado”. Puntualizó que se registra una alta propensión al consumo (proporción del ingreso que se destina a ese fin). “El ahorro es una categoría que pasó a ser histórica”, enfatizó para resaltar el concepto. Lascano prevé para este año un escenario en el que se repetiría “igual nivel de crecimiento y un buen desempeño en sectores como el agro, la construcción y una gran demanda de servicios”.

Dante Sica, de la consultora Abeceb.com, manifestó que “esperaba que (una tasa de expansión) fuese más alta de la que se conoció, porque subió mucho el consumo”. Explicó que la diferencia puede estar en un corrimiento de los datos en favor de una mayor demanda para las fiestas de fin de año. En función de ello, calculó que las proyecciones del año reflejarán un aumento del nivel de actividad entre el 8,5 y el 9 por ciento respecto de 2005.

Ricardo Delgado, de Ecolatina, estimó a su vez que en el último trimestre del año todos los indicadores de consumo y de utilización de servicios públicos “dieron para arriba”, con lo cual estaría garantizado que el nivel de actividad del 2006 se ubicaría un 8 por ciento por encima de 2005.