Impulsada por la mejora de los mercados internacionales, la Bolsa de Buenos Aires recuperó parte de la fuerte caída que se inició una semana atrás por los temores que generó el derrumbe de Shanghai y los anuncios de recesión en los Estados Unidos. El índice MerVal de empresas líderes terminó ayer 3,1 por ciento, al ubicarse en 2005 unidades, con un volumen de 67,6 millones de pesos, aunque nadie se atrevió a asegurar que se trató de un cambio de tendencia. “Esto se parece más a un rebote técnico tras una racha de fuertes bajas”, explicó un operador. De manera que las próximas ruedas se consideran claves para validar si se trata efectivamente de un vuelco en la orientación del mercado, que sin razones domésticas fue arrastrado por el derrumbe de las bolsas del mundo.

El detonante del fuerte ajuste fue la decisión del gobierno chino de crear un equipo de trabajo destinado a investigar las actividades ilegales en Shanghai, lo que desembocó en una toma de ganancias tras cosechar jugosos rendimientos durante varios meses. En Buenos Aires, los operadores esperaron ansiosos el desenlace de los mercados asiáticos y recién se animaron a diseñar una estrategia de negocios cuando los monitores confirmaron la reacción en el otro lado del mundo. La Bolsa de Shanghai avanzó 1,9 por ciento y el índice Nikkei de Tokio quedó 1,2 arriba, mientras que el Hang Seng de la Bolsa de Hong Kong se despachó con una mejora de 2,1 por ciento. De manera que inmerso en la globalización el mercado porteño comenzó la jornada con esperanzas de una recuperación.

La otra bocanada de aire fresco la aportaron los mercados europeos y en este caso Londres terminó 1,3 por ciento arriba y Zurich dejó un margen a favor del 1,1. El panorama de los mercados más tenidos en cuenta en la plaza local se completó con el rebote del 1,3 por ciento en Wall Street y de hasta un 4,8 en el Bovespa de Brasil. “Esto es como volver a vivir”, exageró en el viejo recinto de 25 de Mayo y Sarmiento un operador que venía contabilizando una semana de pérdidas. La reacción también aceleró el pulso de aquellos inversores que quieren hacer ganancias rápidas. Con todo, desde el “martes negro” de la semana pasada los papeles líderes arrastran una caída del 9,7 por ciento, un margen que para los analistas más optimistas deja a los papeles en niveles atractivos para concretar diferencias ante cualquier rebote. Otras opiniones, en cambio, no descartan jornadas de alta volatilidad, ya que las subas puntuales podrían generar oportunidades de ventas por lo que no se definiría una tendencia.

En el selecto grupo de empresas que integran el panel MerVal sobresalió el recorrido de Banco Macro con un avance del 5,8 por ciento, seguido en orden de importancia por Banco Francés, 5,4 y Transener que recuperó 5,0 por ciento.

El Discount en pesos, la emisión de bonos más negociada, acompañó tímidamente la reacción de las acciones con una suba del 0,2 por ciento. En cambio, el cupón atado a la marcha del PIB trepó 3,7 por ciento y el margen resultó lo más destacable entre las series de renta fija. Todas las emisiones reunieron negocios por 368,3 millones de pesos. Por su parte, el bono del Tesoro estadounidense a 10 años finalizó con una tasa del 4,53 por ciento, cuatro puntos básicos por encima del rendimiento de anteayer.

En cuanto al comportamiento del tipo de cambio, el dólar mantuvo sus cotizaciones anteriores con el soporte del Banco Central para mantener el nivel que considera óptimo para su política cambiaria. En el mercado mayorista la divisa tuvo un precio promedio ponderado de 3,1015 pesos y en las agencias y bancos del microcentro porteño las cotizaciones siguieron en 3,12 pesos el tipo vendedor. El BC continuó sumando reservas totalizando la friolera de 35.206 millones de dólares.