Los salarios aumentaron 1,5 por ciento en promedio durante abril, contra una inflación del 0,7 por ciento, según los datos del Indec. Los ingresos de los trabajadores también le ganaron a la suba de precios en lo que va del año, con una diferencia de 5,1 a 3,0, respectivamente. El dato sobre la inflación, sin embargo, fue puesto en duda por numerosos analistas por la intervención del Gobierno en el organismo de estadísticas. Los empleados informales fueron en abril los que obtuvieron una mayor recomposición de su sueldo, tal como viene ocurriendo desde principios de año. Es por la influencia que todavía tiene el incremento del salario mínimo.

La CGT y la CTA reclaman la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo para volver a aumentarlo. Ante la versión de que eso ocurriría en el corto plazo, con intención de llevar ese sueldo a cerca de 1000 pesos, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo que por ahora no está contemplado. Sin embargo, fuentes sindicales insisten en que no tardará en ocurrir. Tal como reflejan los datos del Indec, la suba del mínimo tiene un fuerte impacto en los salarios de los trabajadores en negro, que normalmente rondan el piso. Si bien sus empleadores no realizan los aportes a la seguridad social, se produce un arrastre que alcanza sus ingresos.

Por otra parte, existe una razón metodológica que influye en el aumento de salarios de trabajadores informales que refleja el Indec. El organismo se basa en la información que capta con la Encuesta Permanente de Hogares, de medición trimestral, y extrapola los resultados mes a mes. En esa tarea se produce un retraso, por lo que todavía se refleja el último incremento del salario mínimo a 800 pesos, que se produjo en noviembre pasado. En abril, los sueldos de los empleados en negro treparon 1,89 por ciento. Entre enero y ese mes, el incremento fue del 9,44 por ciento, tres veces más que la inflación en el cuatrimestre. Desde la devaluación, sus salarios treparon 72,8 por ciento, contra el 96,9 por ciento de inflación.

En esa última comparación, los únicos ganadores son los empleados formales. Sus ingresos mejoraron 136,1 por ciento, 40 puntos porcentuales más que el Indice de Precios al Consumidor. Entre enero y abril pasados, sus salarios ascendieron 4,48 por ciento, también por arriba de la inflación de tres puntos. Finalmente, en abril la suba fue de 1,62 por ciento.

Como es habitual desde la salida de la convertibilidad, los empleados públicos quedaron en tercer lugar. En abril sus sueldos aumentaron 1,07 por ciento, mientras que en el cuatrimestre el alza llegó a 3,62 y desde la devaluación el incremento fue a 50,7 por ciento.

Felisa Miceli destacó la profundización del “aumento del salario real, del poder adquisitivo” de los trabajadores. Una encuesta realizada por la Universidad de Belgrano revela que el 32 por ciento de los empleados se manifestó “profundamente insatisfecho” con su remuneración, mientras que otro 22 por ciento dijo que está “insatisfecho”. Un 7 por ciento se expresó “altamente satisfecho”’ y un 14 por ciento, “satisfecho”, al tiempo que un 25 por ciento de los participantes se mantuvo “neutro”. “Si bien hay un 42 por ciento de empleados conformes con su trabajo, sólo 21 por ciento lo está con su remuneración”, advierte el estudio.