En una jornada complicada en los mercados internacionales, Economía logró colocar un bono en pesos a cinco años a una tasa de interés fija del 11,7 por ciento anual. La operación fue por un total de 1500 millones de pesos. Se trató de la primera emisión de un título en moneda local a largo plazo que concreta el Gobierno desde la reestructuración de la deuda. La importancia del lanzamiento es que la tasa servirá como referencia para que los bancos aceleren el otorgamiento de créditos de largo alcance. “Estamos muy contentos. Nos consolida en lo que estamos haciendo, nos genera un compromiso a futuro muy grande porque cuando uno consigue una buena tasa, tiene que mejorarlo”, señaló la ministra Felisa Miceli.

La operación implicó un cambio en la estrategia oficial sobre la deuda. Desde el canje, Economía venía privilegiando el lanzamiento de bonos dolarizados. El último fue hace un mes, a diez años de plazo, a una tasa del 8,44 por ciento anual.

En la operación de ayer hubo un fuerte interés de los principales bancos extranjeros, que compran por cuenta y orden de clientes del exterior. Entre los estadounidenses JP Morgan, Citi y el Deutsche se llevaron papeles por 835 millones de pesos, el 56 por ciento de la emisión total. El Citi fue el que más compró: 330 millones. En un segundo pelotón quedaron bancos locales. Algunos de capital privado, como el Galicia, que suscribió 125 millones de pesos y otros públicos, como el Nación, que se anotó con 200 millones.

En medio del fuerte ajuste de los mercados por el temor a una suba de la tasa en los Estados Unidos, la operación puede considerarse un éxito. Para el economista Miguel Bein, dado el cambio en el escenario financiero internacional, “la Argentina entró por la última ventanita abierta para colocar deuda. Es improbable que los emergentes puedan hacerlo hasta nuevo aviso”, señaló en diálogo con Página/12.

También es cierto que la agitación en los mercados encareció la emisión. En la city porteña estimaban que si la operación se llevaba a cabo una semana atrás, la tasa de corte hubiese estado en 11,4 por ciento anual, contra 11,7 de ayer. En el medio hubo caídas en el mercado de renta fija global. Ayer, por caso, el bono del Tesoro estadounidense a 10 años cedió 2 por ciento. Los títulos argentinos emitidos tras el default bajaron entre 2 y 2,5 por ciento (Discount en dólares). A este panorama se sumaron bajas sensibles en las Bolsas –el índice MerVal retrocedió 2,1 por ciento– y una fuga de capitales desde los emergentes. En Brasil, el real, que hace algunas jornadas tocaba el máximo de 1,90 por dólar, ahora quedó en 1,96. En Buenos Aires no hubo cambios en la cotización del dólar.

La nueva emisión en pesos supone un mejoramiento en el perfil del stock de los pasivos. Después de la reestructuración, el 40 por ciento de la deuda argentina quedó constituida en pesos. Pero el continuo lanzamiento de papeles en dólares amenazaba con desperfilar aquel logro del canje. De acuerdo con el programa previsto, Economía puede lanzar bonos en pesos por otros tres mil millones.