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El canciller Carlos Ruckauf confirmó ayer la información anticipada por Página//12 en su edición de la víspera, al ratificar la decisión norteamericana de volver a incluir a la Argentina en el Sistema Generalizado de Preferencias. En virtud de este régimen, una serie de productos locales podrán ingresar al difícil mercado norteamericano libre de aranceles.
“Es una decisión que reclamamos desde que asumimos, como un recurso para tener más mano de obra ocupada”, aseguró ayer el ministro de Relaciones Exteriores a su arribo desde Colombia. Ruckauf se encontró allí con el presidente Eduardo Duhalde, quien asistió a la asunción del flamante presidente Alvaro Uribe. Poco después de la ceremonia, el encargado de comercio exterior norteamericano, Robert Zoellick, trató el tema con el mandatario argentino, quien intentará exhibirlo como uno de los logros más contundentes de su gestión.
El reingreso al SGP significa que Estados Unidos levantará la sanción comercial impuesta al país en 1997 por no aplicar una ley de patentes acorde a las exigencias estadounidenses. Por entonces, el país exportaba a los Estados Unidos alrededor de 210 millones de dólares anuales al amparo de este régimen preferencial.
Antes del reciente anuncio de Ruckauf, la Cancillería ya inició gestiones para incluir en el régimen a una lista aún mayor de productos que, según las estimaciones oficiales, podrían representar exportaciones por 600 millones de dólares anuales.
Como contrapartida, Argentina deberá reformular su política de comercio exterior con el objeto de priorizar las negociaciones con miras al ALCA. Lo que aún no está claro es si esto lo haría desde la plataforma que le ofrece el Mercosur o tendrá la audacia de intentar una negociación solitaria.