El suministro de gas natural tendió a normalizarse en todo el país durante las últimas jornadas, pero persisten los problemas por las restricciones de la oferta eléctrica para los consumos industriales. La Secretaría de Energía reclamó a las distribuidoras que se ajusten los controles sobre los grandes usuarios para garantizar que se esté cumpliendo con el límite impuesto a la utilización de demanda de potencia entre las 16 y las 24 horas. Según una versión del sector privado, la secretaría analiza otorgarles poder de policía a las distribuidoras para controlar a los grandes usuarios e incluso habilitarlas para aplicar sanciones.

Para cumplir con la normativa de Energía, las distribuidoras eléctricas iniciaron ayer un control sobre el consumo de las grandes empresas. Durante las ocho horas diarias que dura la restricción, las empresas no podrán superar el nivel promedio de demanda de potencia que registraban en igual período de 2005. Por encima de ese valor, serán pasibles de fuertes multas, de hasta 40 veces el valor normal de la energía.

Por su parte, la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina aseguró que la Secretaría de Energía redacta “una resolución que otorgaría poder de policía a las distribuidoras, las que incluso podrían aplicar sanciones a usuarios” que no cumplan con el límite de consumo permitido.

El abastecimiento de GNC a las estaciones de servicio parecía ayer totalmente normalizado en todos los puntos de venta del área metropolitana. Las distribuidoras MetroGas (área metropolitana) y Camuzzi Gas Pampeana (interior de la provincia de Buenos Aires) informaron que estaban cumpliendo a pleno con la demanda de grandes usuarios e industriales con contratos “en firme”. Gas Natural BAN (zona Oeste y Norte del Gran Buenos Aires) informó que había reanudado el abastecimiento a las 120 estaciones de GNC de su zona y que se mantenían algunas restricciones al abastecimiento de la industria, para garantizar la oferta para los usuarios residenciales.

El alivio en las condiciones climáticas, tanto en el área metropolitana bonaerense como en otras concentraciones urbanas del país, permitió disminuir las exigencias de la demanda eléctrica, y así evitar lo que se temía pudiera ser una medida extrema de emergencia a adoptar a partir de hoy: extender a toda la jornada la restricción del máximo de potencia que podría utilizar la industria. Las medidas de limitación al sector manufacturero variaron según la región del país, en función de la disponibilidad de las distribuidoras para abastecer, en primer término, a los consumos residenciales.

El sector sigue pendiente de las resoluciones que toma, día a día, el Comité de Emergencia que reúne a Cammesa (administradora del mercado mayorista), Secretaría de Energía y los distintos operadores del sector. La principal limitación de la oferta pasa, por estos días, por la generación hidroeléctrica, que resulta inferior a lo normal por la escasez de deshielos y falta de lluvias, que reduce el régimen de los ríos de montaña que mueven las turbinas instaladas en las centrales patagónicas.

La central Piedra del Aguila –sobre el río Limay–, en el norte de la provincia de Neuquén, registraba en la tarde de ayer un nivel de generación de 825 megavatios, contra los 1400 de capacidad instalada que tiene la represa. La central de El Chocón, también sobre el río Limay, con una capacidad instalada de 1380 mw generaba a la misma hora sólo 908 mw. Según autoridades de la Autoridad Interjurisdiccional de la cuenca del Comahue, la reserva de agua hoy en los diques limita la capacidad de generación. Pero, además, no están previstas lluvias en la zona por los próximos 15 días.