La inflación de mayo promedió 0,7 por ciento a nivel nacional, tres décimas porcentuales por encima del nivel que se había registrado en la región metropolitana, según informó ayer el Indec. Eso se debió a los relevamientos realizados en seis provincias del interior donde la variación intermensual llegó a 1 por ciento. Las mayores subas fueron en San Luis y Mendoza, con 2,1 y 2 por ciento, respectivamente. Tercera quedó Catamarca, con 1,1, mientras que en Córdoba y Tucumán llegó al 0,9. Los acuerdos de precios que impulsó el Gobierno no parecieran tener el mismo efecto en esas zonas y los “retoques metodológicos” no tuvieron igual intensidad. Por ese motivo, los economistas más críticos creen estar viendo allí la “inflación real”.

El “índice de precios al consumidor nacional” le agrega a la medición tradicional los relevamientos de seis aglomerados urbanos del interior: Gran Córdoba, Gran Rosario y Gran Santa Fe, Gran Mendoza, ciudad de San Luis, Gran Tucumán y Gran Catamarca. En esas ciudades el trabajo de campo es realizado por los encuestadores de cada una de las direcciones de estadística de las provincias que luego los envían al Indec.

Alimentos y Bebidas es uno de los rubros que más subió en las provincias. En Mendoza trepó 3,5, en San Luis 2,7 y en Tucumán 1,6 por ciento. La diferencia con Capital y Gran Buenos Aires es notable, pues allí la variación del último mes fue de apenas 0,1 por ciento. En el caso de Mendoza el resultado no llama la atención, porque la dirección de estadística de esa provincia fue una de las primeras en cuestionar los cambios metodológicos implementados por Guillermo Moreno en el Indec. En lo que va del año, los alimentos aumentaron 4,7 por ciento en el área metropolitana de Buenos Aires, mientras que el IPC Nacional registró un alza de 6,2 por ciento.

Más allá de ese rubro sensible, hubo otros item que se destacaron en cada una de las provincias. El rubro Educación aumentó en San Luis 10,2 por ciento y en Santa Fe 4,3, mientras que en el área metropolitana de Buenos Aires sólo trepó 0,5 por ciento. En Catamarca el equipamiento y mantenimiento del hogar subió 2,7, contra un 0,3 por ciento de la ciudad de Buenos Aires. Vivienda y servicios básicos llegó a 1,8 en San Luis, 1,4 en Santa Fe y 1,1 en Córdoba, mientras que en la Capital varió apenas 0,5. San Luis, que lideró el ranking, también se destacó por el fuerte incrementó en indumentaria (2,1) y transporte (1,7).

Estas diferencias en las cifras agudizan la polémica que se generó luego de que el Ministerio de Economía decidiera relevar en enero a las autoridades del área de medición de precios del Indec para introducir cambios metodológicos, fundamentalmente en tres rubros clave como alimentos, atención médica y gastos de salud y esparcimiento (turismo).

Algunos analistas sostienen que desde entonces las diferencias entre la inflación porteña y la del interior se amplió porque las direcciones provinciales de estadística continúan aplicando la metodología tradicional, resistiendo los cambios que la nueva dirección del organismo nacional imprimió en la medición a partir de enero. También tiene incidencia la dificultad existente para controlar el cumplimiento de los acuerdos de precios en el interior. Muchas firmas cumplen donde saben que Guillermo Moreno realiza relevamientos, pero compensan esa situación remarcando algunos productos en el interior del país, allí donde los inspectores nacionales no llegan o lo hacen de manera muy esporádica.