Cuando faltan dos días para la firma del acta fundacional del Banco del Sur, a menos de dos semanas para que comience en Uruguay la reunión semestral del Mercosur y mientras Venezuela espera para convertirse en miembro pleno, José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Cepal, afirmó que el bloque “no ha logrado avances importantes desde el punto de vista económico, en un sentido amplio, no sólo comercial, sino también de integración física”. Estas declaraciones sobre las asimetrías del bloque se suman a las realizadas por el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, quien instó esta semana a su gabinete a replantearse seriamente la situación de su país dentro del bloque. En este sentido, el Banco del Sur podrá ayudar a cubrir una de “las debilidades más grandes” que tiene Sudamérica, que es la falta de infraestructura, dijo Machinea.

Las dudas y quejas uruguayas residen en las fuertes asimetrías que existen en el Mercosur y al mismo tiempo coinciden con un momento de intensa negociación con Estados Unidos para firmar un tratado de libre comercio. Por su parte, Machinea comentó que “se requiere mayor voluntad política para avanzar en proyectos específicos” y agregó que existe “una voluntad renovada” por parte de Brasil para mejorar el funcionamiento y tratar de financiar proyectos en toda la región. Según el economista argentino, la mejor manera de echar a andar la rueda, de insertarse en el mundo, son los mecanismos de integración regional, centrándose en un conjunto de pequeños proyectos.

El Banco del Sur tiene “un amplio espacio para colaborar con las otras agencias de crédito que existen en América latina y el Caribe”, así lo afirmó Enrique Iglesias, secretario iberoamericano, y agregó que lo que necesita el bloque “son iniciativas políticas para dinamizarlo y llevarlo adelante”. El banco se presenta como una alternativa al FMI y al Banco Mundial y buscará satisfacer la demanda de créditos de los países de la región. Para Machinea “falta financiamiento a largo plazo para proyectos de infraestructura en la región”, y comentó que el banco puede, a diferencia de otros organismos, encarar una labor más específica para la integración.

Con respecto a la conflictiva incorporación de Venezuela, Iglesias dijo que espera que “sea un factor vigorizante”, pero que “hay que ponerlo en práctica en cosas concretas”. Según el director de Cepal, “lo que preocupa no es que haya diferencias o hasta encontronazos en algunas coyunturas. Lo que preocupa es que no haya avances más claros” en integración económica y comercial, desde el punto de vista de las infraestructuras y de las regulaciones comunes. Es ahí donde los procesos de integración en la región “muestran claras deficiencias”, afirmó.