Viernes, 15 de febrero de 2008 | Hoy
ECONOMíA › PARA LOS ANALISTAS Y OPERADORES DE BOLSA EL MENSAJE FUE PESIMISTA
El titular de la FED, Ben Bernanke, pronosticó un “crecimiento lento” de la economía estadounidense para el primer semestre y el mercado cayó. También hay preocupación en Europa.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, aseguró ayer que la economía estadounidense experimentará un “crecimiento lento” durante el primer semestre. Sostuvo que los factores de riesgo se mantienen porque el deterioro del mercado inmobiliario fue mayor al previsto y que está dispuesto a actuar cuando sea necesario, dando a entender que podría volver a bajar la tasa de interés. Sin embargo, descartó una recesión al pronosticar una mejora de la actividad para el segundo semestre impulsada por las medidas monetarias y fiscales que ya se tomaron. Entre los analistas y operadores bursátiles primó el componente pesimista del discurso. La consecuencia fue una caída de Wall Street. El Dow Jones retrocedió 1,40 por ciento, el índice tecnológico Nasdaq 1,74 y el Standard and Poors 500 1,34 por ciento. El Banco Central Europeo también se manifestó preocupado por la desaceleración de su economía.
Bernanke realizó sus declaraciones ante el Comité de Banco del Senado, donde se presentó junto al secretario del Tesoro, Henry Paulson. Al justificar su pronóstico de menor crecimiento para los próximos meses, mencionó como causales la retracción del crédito bancario y los problemas de empleo. Ayer se supo que en la última semana los ciudadanos estadounidenses solicitaron 348 mil beneficios por desempleo, una cifra similar a la pronosticada por la mayoría de los analistas, que esperaban 350 mil.
Otro dato preocupante para el gobierno de George Bush es el derrumbe del precio de la vivienda. En el cuarto trimestre de 2007 retrocedió 5,8 por ciento respecto del mismo período del año anterior, la mayor baja interanual desde 1979, según informó ayer la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios. Bernanke se manifestó muy preocupado por el tema. “La virtual paralización del mercado de hipotecas de riesgo (‘subprime’) y el aumento de los intereses de las hipotecas de alto valor (‘jumbo’) han disminuido más aún la demanda de viviendas, mientras que las ejecuciones agrandan el ya alto inventario de viviendas sin vender”, afirmó.
El titular de la FED también se refirió a las pérdidas que vienen registrando los bancos. “Es probable que haya nuevas depreciaciones de activos”, aseguró, pero descartó el riesgo de insolvencia. “Por el momento no vemos peligro inminente de insolvencia de ningún banco estadounidense porque abordaron la crisis con una fuerte capitalización y utilidades muy robustas”, añadió Bernanke.
En cuanto a la inflación, sostuvo que “las expectativas parecen haberse mantenido razonablemente bien controladas”. Esta declaración, sumada a su advertencia de que está dispuesto a actuar si la economía continúa amenazada, fue interpretada por los analistas como una señal sobre una próxima baja de la tasa. A fines de enero, la FED aplicó una fuerte reducción de 1,25 punto en los intereses y el próximo 18 de marzo deberá decidir si vuelve a hacerlo.
El dato auspicioso, en cambio, fue la reducción del déficit comercial interanual por primera vez en seis años. En 2007 acumuló un rojo de 711.600 millones de dólares, contra 758.500 millones del año anterior, pero la noticia fue opacada por los temores sobre la recesión que puede venir.
El Banco Central Europeo también dejó trascender su preocupación sobre el impacto que está generando el estallido de la burbuja inmobiliaria en la economía de los países que integran la zona euro. “Las más recientes informaciones sobre la actividad económica a finales de año apuntan hacia un crecimiento más moderado en el área del euro que la tasa entre trimestres del 0,8 por ciento observada en el tercer trimestre de 2007”, sostuvo la institución en su informe de febrero, difundido ayer. Algunos analistas interpretaron esa declaración como un guiño que estaría adelantando una baja de la tasa de interés, pero la conclusión no es clara. El BCE mantuvo la tasa en 4 puntos la semana pasada y en el informe se afirma que el precio del petróleo y las materias primas también supone un riesgo. La entidad recordó que el Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) fue en enero del 3,2 por ciento, comparado con el 3,1 por ciento en los meses de noviembre y diciembre. “Esto confirma la continua presión al alza sobre la inflación a corto plazo”, se informó. Según el pronóstico oficial, el IPCA permanecerá “significativamente por encima del 2 por ciento y se moderará solamente de forma gradual a lo largo de 2008”. El riesgo de una estanflación también se asoma para el Viejo Continente.
El Merval cerró ayer con una leve baja de 0,07 por ciento, luego de operar en positivo la mayor parte de la jornada. El retroceso fue atribuido por los analistas a la influencia provocada por los malos resultados de Wall Street. El balance final arrojó 41 alzas, 27 bajas y 10 papeles sin cambios. Las reservas, por su parte, treparon a 48.342 millones de dólares, al sumar 65 millones. No obstante, las compras del Banco Central no lograron equiparar las ventas de los exportadores de granos y la divisa estadounidense retrocedió medio centavo. En la mayoría de los bancos y casas de cambio de la city se vendió ayer a 3,175. Los problemas de Estados Unidos también impactaron en el resto de las bolsas de la región. San Pablo retrocedió 1,23 por ciento, la Bolsa Mexicana de Valores cayó 0,57 y el IPSA de Chile 0,78 por ciento. También cayeron los mercados de Lima y Montevideo, 0,53 y 0,22 por ciento, respectivamente.
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