El viernes pasado, cuando Carlos Fernández acababa de jurar como ministro de Economía y en España era ya muy tarde, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió un llamado. Era de la vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, para decirle que recién se enteraba de que algún diario de la Argentina informó que ella había cancelado el viaje a Buenos Aires como una suerte de sanción por la supuesta presión del Gobierno para que Aerolíneas vendiera parte de sus acciones a capitales nacionales. “Aunque tú ya sabes que no es así, te lo quería ratificar yo personalmente”, le dijo Fernández de la Vega.

A continuación, le contó que la razón de su ausencia en el foro sobre la mujer de la Alianza de Civilizaciones, que se realizará hoy en Buenos Aires, se debía a que estaba inmersa en el problema del secuestro de un pesquero español en las costas de Somalia.

La Presidenta la tranquilizó con que ella daba por descontado lo disparatado de la versión e hizo algunas conjeturas sobre de dónde podría provenir lo que consideraba una operación de prensa. La versión, además, indicaba que el canciller español, Miguel Angel Moratinos, que llegó el sábado a la noche para ese mismo encuentro, le iba a plantear a su par, Jorge Taiana, su preocupación por la cuestión Aerolíneas, lo que también fue desmentido por la diplomacia española.

Actualmente, Aerolíneas Argentinas es de la empresa española Marsans, cuyos principales directivos están siendo investigados por la Justicia de su país, acusados de diversos fraudes contra el Estado español (ver aparte). Sólo un 5 por ciento de las acciones de la empresa está en manos argentinas, aunque existe una cláusula que abre la posibilidad de que ese porcentaje se extienda al 20.

Las versiones de algunos medios daban cuenta de que más de un inversionista argentino quería avanzar en la compra de acciones de Aerolíneas y que eran auspiciados por la Secretaría de Transporte argentina. Los supuestos interesados desmintieron que estuvieran a la pesca de estas acciones, pero aun así las versiones insistieron en que Moratinos le planteará hoy a Taiana la inquietud de Marsans. Fuentes de las Cancillerías de ambos países dicen que eso no ocurrirá y que la charla, por el contrario, se enfocará en la reafirmación de la alianza estratégica de España y Argentina, sellada con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero durante la gestión de Néstor Kirchner. El encuentro entre los dos ministros de Relaciones Exteriores se producirá esta tarde, luego de que ambos abran, junto a la Presidenta, el seminario regional denominado “La mujer y la Alianza de Civilizaciones: oportunidades y desafíos”.

Este foro comenzará hoy, a las 10.45, en el auditorio de la Cancillería. Se entenderá también toda la jornada de mañana y participarán personalidades de varios países. En la apertura, además de CFK, Taiana y Moratinos, hablarán Jorge Sampaio (ex presidente de Portugal y alto representante de la ONU para la Alianza de Civilizaciones) y el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias. También serán expositores, entre otros, la secretaria para Iberoamérica del gobierno español, Trinidad Jiménez; el enviado de Turquía Hasan Gogus; el ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco; el secretario de Cultura, José Nun, y la titular del Inadi, María José Lubertino.

La Alianza de Civilizaciones es un emprendimiento gestado en 2005 por los gobiernos de España y Turquía y apoyado en su momento por el secretario general de la ONU Kofi Annan. Su sucesor, Ban Ki-moon, le dio un status mayor al designar a Sampaio alto representante en esta iniciativa, de la que actualmente participan 70 países. La idea la propuso Rodríguez Zapatero, en confrontación con el concepto de “choque de civilizaciones”, marco filosófico de justificación de las guerras de Estados Unidos en Medio Oriente.

El canciller Taiana explicó que el tema de la mujer fue elegido para el foro que se realiza en la Argentina porque “el 70 por ciento de la población infantil no escolarizada son niñas. Dos tercios de los 960 millones de adultos que no saben leer son mujeres, y tres quintos de los mil millones de personas más pobres del mundo son mujeres y niñas”.