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Las negociaciones entre las empresas petroleras y el Gobierno por la aplicación de un impuesto a las exportaciones de crudo volvieron a congelarse. Las compañías le habían acercado a Jorge Capitanich, jefe de Gabinete, una propuesta de adelanto del tributo, por 1400 millones de dólares, apenas una semana después que Eduardo Duhalde se hiciera cargo del gobierno. Desde adentro del Gobierno, aseguran que el bloque de legisladores justicialistas habría impuesto el criterio de aplicar el gravamen sobre las exportaciones rechazando el adelanto. Pero las petroleras aseguran que el tributo rendirá mucho menos de lo que dichos sectores esperan. “No hay cálculos sobre cuánto se exportaría con impuesto porque hay zonas, como la cuenca San Jorge, que dejan de ser rentable restándole el impuesto”, señaló un alto directivo empresario a este diario. “Las provincias recibirán menos regalías y el Estado menos impuesto a las ganancias, pero es imposible discutir sin un interlocutor, porque no hay secretario de Energía; si va a haber retención a la exportación, tendrán que establecer un piso al precio internacional, debajo del cual el impuesto no se aplique”, advirtió la misma fuente.