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Pese a algunas voces de alarma que se elevaron durante el fin de semana, advirtiendo sobre un probable desabastecimiento de carne a raíz de la escasa entrada de hacienda en Liniers, distintos voceros de la cadena de comercialización descartaron la posibilidad de que escasee la oferta como consecuencia del lockout de las entidades rurales dispuesto para toda esta semana. “Por ahora, el abastecimiento ha sido muy bueno, normal; no hubo problemas, hemos recibido las cantidades pedidas; esperamos llegar bien al fin de la semana”, señaló Alberto Williams, vicetitular de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal. En similar sentido se expresaron los directivos de las cámaras frigoríficas. “No debería haber suba de precios, nada lo justifica, salvo picardías individuales, porque la carne que está en cámara ya fue abonada cuando se entregó y no tendría razón para aumentar”, expresó Gustavo Valsagiacomo, presidente de la Unión Nacional de la Industria Cárnica (Unica).

La entrada de animales en Liniers fue casi nula. Alrededor de 200 cabezas, contra un ingreso normal de seis a diez mil, marcan el vacío provocado por la medida de fuerza de la Mesa de Enlace a las actividades en el mercado concentrador de hacienda. Sin embargo, ya desde hace varios años, Liniers representa apenas poco más del 15 por ciento del ganado comercializado diariamente en el área metropolitana, ya que una gran parte de frigoríficos –sobre todo los más grandes– se abastece directamente por compras en campo, en forma directa al productor o en remates feria del interior.

Por otra parte, el stock en la cadena de frío de los establecimientos industriales permitiría abastecer una demanda normal durante dos semanas, de acuerdo con la estimación de los propios operadores del sector. “Los frigoríficos están con un stock importante y suficiente para pasar diez días o más sin ningún inconveniente”, señaló Jorge Martínez, titular de la Cámara de la Industria Frigorífica Argentina, quien además interpretó que “no existe ningún riesgo de desabastecimiento”.

Valsagiacomo, de Unica, agregó además que “no debería haber suba de precios, nada lo justifica, salvo picardías individuales, porque la carne que está en cámara ya fue abonada cuando se entregó y no tendría razón para aumentar”.