Grecia pudo hacer frente a un fuerte vencimiento de deuda por 9 mil millones de euros, luego de la inyección financiera que le propiciaron el FMI y la Unión Europea. Eran bonos soberanos a diez años, cuyo pago sin el auxilio internacional hubiese sido imposible. La primera cuota del paquete fue la semana pasada por 5 mil millones de euros de parte del FMI. La segunda entrega se completó anteayer, cuando la UE aportó 14.500 millones. Sin embargo, los sindicatos mayoritarios convocaron para hoy a la cuarta huelga general del año, con el objetivo de protestar por las medidas de ajuste que busca implementar el gobierno griego, en línea con las exigencias de sus nuevos acreedores. Otro país en una situación delicada es España, cuyo presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó que parte de su plan de ajuste incluirá el aumento de impuestos para los segmentos de ingresos más altos. “Toda la sociedad está de acuerdo en que el esfuerzo para reducir el déficit tiene que ser mayor por parte de quienes tienen un volumen de riqueza importante”, argumentó.