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En el Gobierno interpretaron los dos fallos que ayer anunció en simultáneo la Corte Suprema como un nuevo ejemplo de la vieja teoría de la compensación. “Ha contrabalanceado (sic) para no parecer una Corte oficialista”, fue la primera lectura que hizo ante Página/12 uno de los funcionarios que sigue más atentamente el panorama judicial. La lectura que circulaba por el Ejecutivo atribuía la coincidencia de las dos decisiones a la intención de “mostrarse como una Corte equilibrada”. Consultados por las consecuencias del fallo que limita el uso de los decretos de necesidad y urgencia (DNU) a casos de “rigurosa excepcionalidad”, en el Gobierno reconocían que esa resolución, que fijará jurisprudencia, contribuirá “a limitar las facultades del Ejecutivo”. Sin embargo, más allá de esa sentencia particular, en el oficialismo había satisfacción por la otra decisión adoptada por la Corte: la aceptación del recurso de apelación de la Nación contra la medida cautelar que suspendió la ley de medios. “Esto fue una de cal y otra de arena”, confió un ministro.

El fallo que marca jurisprudencia en cuanto al uso de los DNU no causó demasiada sorpresa en los pasillos del Ejecutivo. Los funcionarios que se ocupan de la relación con el Poder Judicial descontaban que la Corte iba a expedirse a partir de algún caso puntual, en este caso un DNU emitido durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde, para fijar jurisprudencia en materia de decretos de necesidad y urgencia. Consultados por el contenido del fallo, que establece que para emitir un DNU debe “ser imposible dictar una ley mediante el trámite ordinario previsto por la Constitución, vale decir que las cámaras del Congreso no puedan reunirse por circunstancias de fuerza mayor”, en el Ejecutivo dijeron estar absolutamente de acuerdo. Enseguida aconsejaron chequear los datos de los últimos jefes de Estado para comparar cuántos DNU emitieron cada uno de los mandatarios que pasaron por la Casa Rosada desde 1983: “Comparado con los DNU sacados por Duhalde, Menem y el propio Kirchner, Cristina ha utilizado mucho menos este recurso. Es la Presidenta que menos usó los DNU”.

Según un análisis de los últimos 27 años, Duhalde fue el presidente que más apeló al recurso del DNU: firmó 158 en 17 meses de gobierno, un promedio de 9 por mes. Le sigue Kirchner, con 270 decretos de necesidad y urgencia en 53 meses en la Rosada. Tercero aparece Menem, que firmó 545 DNU entre 1989 y 1999. En lo que va de su mandato, CFK lleva firmados 10 decretos de necesidad y urgencia. En el Ejecutivo incluso aseguran que en los antecedentes más inmediatos –léase la polémica por el uso de reservas para pagar deuda–, la Presidenta apeló al recurso de firmar un DNU porque el Parlamento estaba paralizado y el tema era de extrema urgencia. “Cristina ha sacado pocos DNU, y los sacó en momentos oportunos, cuando el Congreso no estaba funcionando.”

Si la resolución sobre los DNU despertó argumentos defensivos, la reacción fue muy distinta al preguntar por el fallo de la Corte que hizo lugar a la apelación contra la medida cautelar, ratificada por la Cámara Federal de Mendoza, que dejó en suspenso la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. “Es una muy buena noticia porque la Corte está aceptando el criterio de que sí puede intervenir en cuestiones cautelares. Ha considerado que esta medida cautelar (dictaminada por la jueza mendocina Olga Pura de Arrabal) tiene una gravedad institucional muy fuerte porque deja sin efecto una ley”, fue la respuesta ante la consulta de este diario. En el Ejecutivo anticiparon que el procurador general de la Nación, Esteban Righi, quien debe expedirse en el caso, tendrá una intervención “muy rápida” para evitar más dilaciones. “Nosotros creemos que la Corte va a tratar de expedirse rápido, ésta es una causa que nadie quiere cajonear, y si alguien lo quisiera hacer, pagaría un costo”, estimaban anoche en la Casa Rosada.