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“Es necesario incrementar la competitividad y mejorar la calidad de los productos, pero eso no puede ir separado del proceso de mejora en la calidad del empleo”, señaló el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, a un enorme público, mayormente empresario, reunido ayer en la convención textil de la Fundación ProTejer. Junto a Pedro Bergaglio, titular de la entidad, y Jorge Lobais, secretario general de la Asociación Obrera Textil, abrieron la jornada en un salón de La Rural de Palermo compartiendo escenario en una puesta escénica singular. Con varias sillas y una mesa de bar de barrio, máquina de café y hasta mozo, reeditaron el programa Polémica en el bar, esta vez en clave kirchnerista.

“Tenemos que evitar la mirada de la foto y, en cambio, ver la película. Hace diez años en las fábricas había un silencio mortal. Ahora nos faltan pocos puestos de trabajo en el sector para llegar a los valores previos a la década del ’90. Está el desafío de la calidad del empleo. Hay que avanzar en la fiscalización y también en la defensa de la importación”, dijo el ministro en un guiño a Lobais, quien antes había alertado por la entrada de productos chinos. “Hay que ir en contra del trabajo clandestino, el esclavo. Así como en el sector rural hay trabajo esclavo, en el sector textil hay trabajo sobreexplotado”, agregó Tomada.

“¿No será necesario rever la legislación laboral? Por el tema del negocio del juicio los empresarios a veces prefieren no tomar gente”, señaló Bergaglio. “La ley de trabajo domiciliario está en el Congreso, pero no avanzó. Además, tenemos una deuda compartida con la ley de riesgos de trabajo, que requiere consensos difíciles de alcanzar”, respondió Tomada.

“¿Es difícil hacer entender a ‘la tropa’ de la articulación entre empresarios y trabajadores?”, preguntó, mientras pedía un café con medialunas Bergaglio a Lobais. “Les costó más a los tuyos que a los míos”, respondió el sindicalista. “No es todo tan fácil. Si no aumentamos la producción y sigue el cambio tecnológico, los míos van para afuera”, alertó el sindicalista. El ministro intercedió: “No sé si eso disminuye el empleo. En realidad, genera puestos con mayor calidad”. Hubo ovación del público cuando Lobais recordó que el Gobierno, para evitar despidos masivos en la crisis de 2009, multiplicó los planes Repro, con subsidios de una parte del sueldo a los trabajadores.

Sobre el final se sumó el actor Miguel Angel Rodríguez en el papel de “Minguito”. Provocó risas, aunque de entrada generó algo de incomodidad en la mesa, cuando abrió su intervención con las típicas quejas porteñas por el tránsito y las manifestaciones.