La cámara empresaria del calzado de Brasil se quejó por las licencias no automáticas, una herramienta de política comercial que utiliza el gobierno argentino. Desde el conglomerado empresario brasileño sostienen que existen 4,5 millones de pares en stock a la espera del permiso para exportar. Los lamentos coincidieron con la visita del secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Kreckler, a San Pablo, donde encabezó un seminario sobre integración. “La cooperación entre la Argentina y Brasil es estratégica y se debe enfatizar la integración de las cadenas de valor para complementar potencialidades”, aseguró Kreckler. Las presiones empresarias también coinciden con el vencimiento, a fin de año, del acuerdo informal entre los sectores privados del calzado para limitar las exportaciones brasileñas hacia Argentina en 15 millones de pares.