La reunión no duró más de media hora. Ni del lado empresario ni desde las filas oficiales hubo información puntual sobre el encuentro. Pero la noticia es que Antonio Brufau, después de mucho trajinar durante las últimas jornadas, logró ser recibido por autoridades del Gobierno. El ministro de Planificación, Julio De Vido, atendió al presidente de Repsol YPF ayer cerca del mediodía, en un intercambio del que sólo se conoce con certeza su brevedad. El tono no fue agresivo, pero tampoco podría ser calificado de “cordial”. Tampoco se reporta que el encuentro haya arrojado resultados.

Brufau llegó al país a principios de esta semana con la intención de pedir explicaciones sobre la actitud de los gobiernos provinciales que le vienen quitando sucesivamente áreas concesionadas, aparentemente con respaldo oficial. Y también para conocer qué planes tendría el Gobierno para el futuro de YPF. No parecería que la reunión de ayer con De Vido haya dado satisfacción a sus reclamos.

Desde Planificación se sugería ayer que el ministro “cumplió con una formalidad” recibiendo a Brufau, pero sin que el breve cruce hubiera dado lugar a ningún tipo de negociación. Pero una versión de fuente privada señala que Repsol YPF habría expuesto ante el ministro De Vido un detallado plan de expansión de las inversiones para los próximos años, pero el ministro lo habría rechazado por insuficiente para revertir el actual estado de desatención que tienen buena parte de las sesenta áreas que la filial local YPF tenía concesionadas hasta pocas semanas atrás, antes de que se iniciara el proceso de reversión de concesiones encarado por los gobiernos provinciales.

La brevedad del encuentro sugiere que ni siquiera pudo haber existido un repaso conjunto del plan. Si esa propuesta existió y ésa fue la respuesta del ministro, tal como lo describe la versión privada, no se explica la calificación de “cordial” con la que allegados a Repsol describieron el encuentro.