Claro, si uno no lo explicara, me refiero al hashtag #ConlosChorisNo, la lectura iría para otro lado, digamos para el lado de un grupo de fanas de River. Pero no, no se trata de gallinas sino de cerdos o, incluso, vacas. Durante todo el día de ayer circularon tweets en rechazo a la absurda ordenanza de la ciudad de Córdoba que se acaba de aplicar prohibiendo la venta de choripanes ¡¡¡entre las 8 y las 21!!! Los signos, de admiración, no son de uso corriente en las notas porque denotan tendencia editorial. No es el caso. Esta vez lo único que denotan es sorpresa. Por la misma sorpresa pasaron tantos twitteadores, mayoritariamente choriceros por la terminología entre orgullosa, indignada y con cierto dejo melancólico, con que se escribió tanto tweet. Ejemplo, “prohíben el chori y no a Arjona!!! cba al revés!!”. Lea esta nota, obviando o masticando signos de sorpresa, y descubra el infinito amor que se le tiene al choripán no sólo en Córdoba y la hipoteca de votos que se está generando en la intendencia de la ciudad que se prepara al desembarco de los hot dogs.

Florencia aclara indignada: “Hoy cuando salga a correr, me voy a comer un chori a modo de protesta”. Y Naranjo agrega “Se va a acabar, se va a acabar, el chimichurri pa’ untar”. Seba prefiere desandar el camino de la reflexión fría y pone un poco de furor a la parrilla cuando dice que “en Córdoba, sólo se pueden vender choripanes a la noche... culeao conchatumadre”.

La ordenanza 10.244 será recordada en la historia de los absurdos y quien decidió ponerla en práctica es el actual intendente radical cordobés, Ramón Mestre. Todo empezó con un equipo de inspectores municipales, que pese a estar catalogados en el mito popular dentro de la franja de los chorizos, arremetieron contra los puestitos de venta de choripán ubicados en el Parque Sarmiento, donde clausuraron cuatro puestos ipso facto, sin cuestionar la venta de papa frita ni comida chatarra. “Cuando entramos a la gestión había muchísimos carros en situación ilegal. Y la premisa fue dentro de la ley, todo. Es la legislación que tenemos que cumplir la que dice que no se puede vender choripán de 8 a 21”, comentó el director de Control Integral en la Vía Pública, Darío Peralta. Aunque aseguran que en off el funcionario aseguraba que no entendía la medida.

En la 10.244 no figura ni una línea sobre horarios, pero aunque se admite que esto pueda figurar en reglamentaciones perdidas entre los laberintos burocráticos de la Municipalidad, lo cierto es que no quedó claro por qué los chori son de libre circulación nocturna y están prohibidos de día. Algunos fervientes defensores contra tamaña injusticia proponían ayer en el hashtag tripero “Hoy abrazo simbólico al Carro del Dante 21hs (llevar plato)”, en el que Dante es uno de los mártires del choripán.

“CBA pasó del ‘se acabó el choreo’ al ‘se acabó el chori’”, analiza uno, mientras otro, con clara tendencia fulbera sostiene que “Todo mi apoyo al Chori Domínguez y al Chori Castro. La culpa no fue de ellos”. Viky lo toma más en serio cuando dice que “a mí lo que me indigna es que le pongan horario a la ingesta de chorizo en Córdoba... Eso es hijaputez pura”.

Algunos tienen la certeza de que detrás de todo esto se esconde una mano menemista de importación, habida cuenta de que la sanción de la ordenanza tuvo lugar hace doce años, en 2000, durante la gestión menemista, cuando lo que se buscaba era fomentar la importación que deshizo la industria nacional. Y entre tanta marca extranjera se inició el putsch del hot dog.