Poco antes de iniciarse la cena de honor que le brindó el presidente Yudhoyono en el Palacio de Gobierno, Cristina recibió un sorprendente obsequio de parte de la Cámara de la Industria del Juguete, que integra la misión comercial de Guillermo Moreno: una muñeca de un metro de altura, vestido negro, collar de perlas, cinta plateada a la cintura y banda presidencial cayendo de su hombro izquierdo. El pelo negro, largo y levemente ondeado, completan la figura fácilmente identificable. Cristina no ocultó su entusiasmo y hasta aceptó fotografiarse con su propia caracterización.