La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inició su agenda, demorada por las inundaciones en esta ciudad, con una reunión bilateral con su par indonesio Susilo Bambang Yudhoyono, en la que se rubricaron acuerdos en materia de inversiones, producción agropecuaria, sanidad alimentaria, turismo y deporte. El encuentro, que se llevó a cabo en el Palacio de Gobierno, comenzó con ambos mandatarios y luego se incorporaron las respectivas comitivas. Tras la reunión, la Presidenta lo invitó a visitar el país para profundizar el vínculo bilateral. Yudhoyono se comprometió a enviar primero una comisión de analistas para determinar en qué áreas es conveniente invertir y así avanzar más rápido en un acercamiento.

En la conferencia de prensa, los mandatarios destacaron las coincidencias en materia económica y política de ambos países, lo que permite oportunidades de integración. Cristina aprovechó el apoyo del gobierno de Yudhoyono al reclamo argentino para que Inglaterra se siente a discutir la soberanía de las Islas Malvinas, tema sobre el que se explayó tras la cena de honor (ver página 5).

El primer memorando de entendimiento que se firmó a nivel de Estados fue sobre cooperación en materia de inversiones. El acuerdo establece reuniones entre equipos de gobierno para “identificar las áreas en las cuales se pueden acordar inversiones, a través de joint-venture u otro tipo de cooperación”, según detalló Cristina Fernández de Kirchner. “En este sentido he invitado al señor presidente de Indonesia a visitar la Argentina. Me ha dicho que lo hará y que, previamente, una delegación de funcionarios de Indonesia visitará nuestro país para coordinar una agenda que permita que cuando (Yudhoyono) nos visite podamos ya ir a acuerdos concretos”, explicó la jefa de Estado.

En materia de Turismo, se firmaron acuerdos sobre el sector aéreo. Estos entendimientos buscarán incrementar las frecuencias de vuelo entre ambos países para todas las compañías, aunque se focalizará en las líneas de bandera. “El aumento en el tráfico internacional de carga, la posibilidad de ventas de pasajes combinados e integración de servicios son los puntos principales del texto de este acuerdo”, según explicó a este diario el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro. La iniciativa beneficiará en buena medida a la estatizada Aerolíneas Argentinas, que durante la administración del Grupo Marsans perdió varias rutas comerciales.

El tercero es un acuerdo agrícolo-ganadero. Según explicó el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, se trata de un convenio que abarcará la producción de cultivos, semillas, sistemas de siembra de precisión, irrigación, post-cosecha y procesamientos industriales, entre otros. También involucrará áreas como ganadería, temas sanitarios y fitosanitarios, calidad de alimentos, biotecnología, bioenergía, promoción de emprendimientos empresariales conjuntos y desarrollo de la agricultura familiar, detalló Yauhar durante un breve contacto con la prensa, en el que resaltó el hecho de que la región representa el 20 por ciento del total de las exportaciones argentinas, con volúmenes equivalentes al comercio con Europa. “Este hecho pone de manifiesto la relevancia de estos mercados para las colocaciones del país”, agregó.

Durante su discurso, la mandataria deslizó que también hubo conversaciones sobre desarrollo de la industria farmacéutica. En especial, en materia de sanidad animal. “Nuestros laboratorios tienen realmente una gran experiencia, desde la vacuna contra la aftosa, que exportamos incluso a Estados Unidos, hasta para salmones”, explicó. También se analizó el potencial de cooperación en energía nuclear. “Los invitamos a que conocieran nuestra capacitación en el Invap, que es un instituto público en el cual se construyen radares, satélites, reactores nucleares”, manifestó. Finalmente hubo lugar también para el fútbol. “Nos comprometemos a capacitar jugadores, aunque quédense tranquilos que no lo voy a hacer yo. Aunque se enoje Dilma (Rousseff, la presidenta brasileña), Argentina es un gran productor de jugadores de fútbol, tal vez el mayor”, concluyó la jefa de Estado, apelando a la ironía sobre la rivalidad deportiva que existe con Brasil.