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El corte de agua del domingo podría vincularse con la “antigüedad” de los equipos denominados seccionadores, que permiten interrumpir el flujo de corriente eléctrica en sectores determinados de la planta potabilizadora. Así lo sugieren datos preliminares obtenidos por técnicos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La razón inmediata, comprobada para el episodio del domingo, fue una fisura en uno de estos aparatos. Hay 80 en toda la planta de Palermo.
El ingeniero Fernando Fornas, director general de Obras del Gobierno de la Ciudad, explicó que “los seccionadores permiten interrumpir la corriente eléctrica separadamente en distintos sectores de la planta”. Su función es así parecida a la de unos interruptores, con la diferencia de que “son más baratos”.
El domingo, la parte aislante de uno de los seccionadores “se fisuró”, precisó Fornas. Los seccionadores de la planta potabilizadora son alrededor de 80. El que se rompió correspondía a la alimentación eléctrica del área de dosificación de cloro. El aparato se hallaba instalado desde 1994, pero había sido fabricado en 1984: “La fecha de fabricación es importante porque la parte aislante de cada seccionador, hecha de resina epoxi, tiene una vida útil que empieza a medirse desde su fabricación, con independencia de cuándo haya entrado en funcionamiento”, observó el especialista.
En cuanto al resto de los 80 seccionadores, “hasta donde pudimos apreciar, están fabricados del mismo modo, en la misma época y, por lo tanto, sujetos al mismo tipo de fallas”, advirtió Fornas.
De todos modos, “todavía no estamos en condiciones de dar un diagnóstico definitivo –puntualizó el técnico del Gobierno porteño–: ya hicimos nuestra inspección visual, pero estamos esperando el informe técnico que Aguas Argentinas tiene que enviar al Etoss. Es posible que esos fuesen adecuados para sus funciones en el momento en que fueron diseñados, pero que ya no lo sean actualmente”.
El secretario de Obras y Servicios Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, Abel Fatala, estimó que “mañana (por hoy) vamos a contar con los datos suficientes para empezar a sacar conclusiones con respaldo científico”. Y destacó que “es la primera vez que la Ciudad de Buenos Aires interviene en forma directa en el control de instalaciones de esta naturaleza”.