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El Banco Central volvió a restringir la posibilidad de comprar dólares en aquellas operaciones “por cuenta y orden” suya. Desde hoy, lo máximo que podrá comprar una persona será 500 dólares. Y 5000 dólares en el caso de que se trate de un cliente del banco en cuestión (debe demostrar que posee abierta una cuenta a la vista). Hasta ahora el tope duplicaba esos niveles. Las empresas seguirán exceptuadas de comprar dólares en el mercado “oficial”. En este segmento, la moneda estadounidense cerró en 2,69 para la compra y 2,79 pesos para la venta. En el mercado “libre” se pagó un promedio de 2,90 aunque hubo casas de cambio que vendieron billetes hasta 3 pesos.
Con estas medidas restrictivas, el BCRA apunta a mantener a raya el precio del dólar y, al mismo tiempo, minimizar la utilización de sus reservas. Los bancos y agencias que no operan “por cuenta y orden” del Central deben utilizar billetes de su propia posición.
Pero la clave para entender la estabilidad del dólar se encuentra en las altas tasas de interés convalidadas por la entidad monetaria. En la última colocación de Letras pagó una tasa del 80 por ciento anual. Esta tarde retornará al mercado con una licitación por 100 millones de pesos a 14 días de plazo y otra por 20 millones de dólares, a 28 días. Esta actitud tuvo una inmediata repercusión en la tasa de interés ofrecida por los bancos para captar depósitos. En promedio, y según los datos oficiales, las entidades financieras ofrecen una tasa del 78 por ciento anual para los plazos fijos en pesos. En el circuito interbancario, el costo del dinero osciló entre el 94 y el 110 por ciento. Para la quietud del dólar también ayuda la constante liquidación de divisas que están haciendo los exportadores, en torno de los 20 millones diarios. Por otra parte, por orden del BCRA, esta semana los bancos se están desprendiendo de 120 millones.