ECONOMíA › DUDAS SOBRE EL USO QUE SE LES DA A LOS SUBSIDIOS
“No se sabe a qué se destinan”
La página de Internet de Trenes de Buenos Aires (TBA) da la bienvenida a los visitantes con una frase: “Trabajamos con un objetivo primordial: transportar la mayor cantidad de personas posible en forma segura, eficiente, confortable, puntual y no contaminante”. En otra parte del sitio se divulga una encuesta cuanto menos llamativa. Dice que un 78 por ciento de los usuarios de los trenes operados por TBA calificaron al servicio como “Bueno” o “Muy Bueno”. Ambas exposiciones dejan entrever la enorme distancia que existe entre las concesionarias ferroviarias y la realidad.
Elido Veschi es secretario general de la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos y, en diálogo con Página/12, expuso distintos elementos que dan cuenta de las anormalidades en las concesiones en el servicio de los trenes. En especial sobre el verdadero destino que tienen los fondos públicos.
- “Las empresas no explicitan sus costos operativos. Los balances presentados tienen cuentas que disimulan los verdaderos destinos de los subsidios.”
- “De hecho, y más allá de lo que aseguran las concesionarias, los salarios de los trabajadores ferroviarios los está pagando el Estado a través de los subsidios.”
- “El costo lógico por cada kilómetro recorrido por los trenes debería ascender a 16 o 17 pesos, en promedio. Pero las compañías aducen que les cuesta alrededor de 28 pesos. Conclusión: embolsan la diferencia entre el costo real y lo que recaudan mediante la venta de pasajes y los aportes del Estado.”
- “Si quisieran, las empresas podrían bajar el precio de los pasajes. Está claro que tienen margen.”
- “No existe ningún control efectivo sobre el servicio ferroviario ni sobre el desempeño de las compañías. La comisión de regulación del transporte funciona como un apéndice de los concesionarios. Lo insinuó con claridad la Auditoría General de la Nación (AGN), a través de sus informes.”
La AGN fue muy crítica del órgano de control. “Fue permisivo”, destacó en un informe completísimo sobre el servicio ferroviario. El defensor del Pueblo de la Nación, por su parte, querelló a varias concesionarias por la violación a los derechos humanos que supone la paupérrima calidad del servicio. A pesar de que al Estado cada vez le cuesta más caro.