A nivel formal, Repsol abrió ayer las puertas para el desembarco del grupo argentino Eskenazi en YPF, filial argentina de la petrolera española. Se reunió la asamblea general de accionistas de YPF para aprobar la modificación del estatuto de la compañía, a la vez que para autorizar una emisión de obligaciones negociables por 1000 millones de dólares. Para Eskenazi el capítulo relevante era el primero, que fue aceptado por la mayoría de los accionistas.

En la cita se aprobó el cambio necesario a los estatutos de la sociedad referido a los plazos para realizar ofertas públicas de adquisición de acciones de YPF. La asamblea fue dirigida por el presidente de la compañía, el español Antonio Brufau, y el director general de YPF, Antonio Gomis. Repsol, dueña del 99,04 por ciento de YPF, y Enrique Eskenazi, titular del grupo Petersen, firmaron el pasado 21 de diciembre en Madrid un principio de acuerdo por el cual el empresario argentino adquirirá hasta el 25 por ciento de la filial argentina de la petrolera, en una operación total de 3750 millones de dólares. El acuerdo prevé que Petersen, con activos en el sector financiero y de la construcción, sumará un 14,9 por ciento de YPF por 2235 millones de dólares. Y en un plazo máximo de cuatro años, Eskenazi podrá ejecutar una opción de compra de un 10,1 por ciento adicional, lo que supondría un desembolso de otros 1515 millones de dólares. Para reunir esos recursos, Eskenazi contó con financiamiento de bancos internacionales, además de la propia Repsol.

La operación estipula también una oferta pública de venta de acciones de YPF de aproximadamente un 20 por ciento de su capital una vez cerrada la compraventa del 14,9 por ciento, por lo que Repsol continuará con el control de la empresa. Por ese paquete ya manifestaron interés las provincias petroleras.