Miércoles, 9 de enero de 2008 | Hoy
Los legisladores que responden a Carrió pidieron que apruebe un proyecto de reconversión de la Obsba. La propuesta no es del agrado del l macrismo porque significaría un recorte a las funciones del interventor. Confían en que podrán llegar al quórum igual.
Por Werner Pertot
La Coalición Cívica le puso una condición al macrismo para darle quórum en la sesión de mañana: le pidieron que se apruebe la creación de una comisión que elabore un proyecto de reconversión de la Obsba. “Para nosotros es importante”, le planteó el jefe del bloque Enrique Olivera al vicepresidente primero Diego Santilli. Ese proyecto le recortaría, en los hechos, el poder al interventor que designó Mauricio Macri, algo que no cayó nada bien en las filas del Jefe. “Tenemos quórum, con ellos o sin ellos”, sostenían desde el PRO donde, sin embargo, avanzaban hacia un acuerdo con la CC, que se terminaría de cerrar hoy por la mañana.
“¿Qué me están haciendo?”, fue la primera reacción de Santilli cuando escuchó el planteo de la CC. Es el hombre a quien Macri le confió el complejo entretejido de una legislatura bien heterogénea. Por estos días, su obsesión es el número 31. No es una cábala, representa la cantidad de legisladores que necesita para tener quórum y tratar el primer decreto de necesidad y urgencia de Macri. El kirchnerismo, el ibarrismo y el socialismo ya adelantaron que no bajarán al recinto si primero no consiguen sesionar con los otros bloques, en especial, “el de Carrió”.
Por momentos, está en duda la presencia de todos los legisladores de PRO, habida cuenta de la cercanía que tienen varios con los sindicalistas. Sin embargo, en PRO advertían que una vez definida la línea por Macri, el espacio para sacar los pies del plato es nulo. Si los 28 legisladores de PRO asisten, todavía requieren tres más para poder sesionar. Esto les deja como potenciales aliados a la CC y a algunos legisladores sueltos, como Alejandro Rabinovich y Fernando Cantero. “No los necesitamos, pero los queremos adentro”, planteaban en el macrismo. La sesión no carece de importancia: en el palacio de gobierno veían la ratificación del decreto como un posible contragolpe mediático ante un eventual fallo judicial favorable al amparo del gremio.
En ese escenario, el bloque que comanda Olivera puso sobre la mesa de negociaciones su proyecto de reconversión de la obra social, en el que dispone la creación de una comisión integrada por representantes del Ejecutivo, del sindicato y del Legislativo. Ese grupo de trabajo tendría que elaborar un proyecto para una “nueva Obsba” en un plazo de 120 días. “El programa debe articularse con las decisiones sobre desregulación para evitar que queden personas sin asistencia médica”, explicó Olivera. “Queremos que la desregulación sea con garantía de prestación a los que se quedan en la Obsba”, completó el legislador Sergio Abrevaya.
Los macristas no se mostraron en contra de crear una “comisión de seguimiento” y admitieron que “ninguna desregulación se plantea en dos meses”. Pero consideraron que “bajo ningún aspecto” van a aceptar los recortes a la autoridad del interventor que el proyecto de la CC plantea: por un lado, limitaría sus funciones y, por el otro, la obra social no ingresaría al sistema desregulado hasta que el proyecto se trate o se cumpla el plazo de 120 días.
“La intervención no puede entrar en el sistema desregulado sin que actúe antes la comisión. Es un proceso largo y de mucho consenso”, consideraban cerca de Olivera. “No es una cuestión de torcerles el brazo a los macristas, sino de garantizar derechos para los jubilados y para los que tienen sueldos bajos. El interventor tiene facultades demasiado amplias y en vez de depender de Salud, responde a Hacienda”, advertía uno de sus legisladores.
Si acuerdan con el macrismo –algo que se definirá en un encuentro entre Santilli y Olivera hoy por la mañana–, el bloque de la CC podría sufrir, de todas formas, dos bajas en la sesión: Diana Maffía y Facundo Di Filippo analizaban la posibilidad de no asistir, al igual que resolvieron los diputados de izquierda Patricia Walsh y Martín Hourest. “Macri habla de favorecer la salud de los trabajadores, mientras despide a miles injustamente, repone a funcionarios que maltratan a los docentes enfermos e impide la producción estatal de medicamentos”, enumeró la legisladora de Nueva Izquierda. Ninguno bajará al recinto para no dar quórum.
Por su parte, los dos lilitos, que hasta ayer no estaban convencidos de seguir a Olivera en su negociación, terminarán de definir su postura en una reunión de bloque hoy por la tarde, cuando ya sepan si el macrismo aceptó tratar su proyecto en la sesión.
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