Jueves, 10 de abril de 2008 | Hoy
EL MUNDO › ACUSO A BERLUSCONI DE MONTAR UNA CAMPAÑA SUCIA
A horas de los comicios, el candidato de la derecha, Silvio Berlusconi, pide que los fiscales italianos se sometan a pruebas psicológicas. Su rival lo exhortó a mantener la unidad.
Por Laura Lucchini *
Desde Roma
Después de semanas de propaganda aburrida, las dos mayores coaliciones intentan radicalizar sus posiciones en los últimos días de la campaña. Hasta ahora, la campaña había sido más bien atípica, ya que casi no se habían producido exabruptos ni se habían enfrentado los candidatos, que ayer participaron en varios programas de radio y televisión. La primera piedra la lanzó Berlusconi, en la televisión La7, cuando le pidió a Veltroni que prometiese que “la izquierda renunciará a usar boletas en blanco para cometer fraudes” y reiteró que las irregularidades dieron la victoria al centroizquierda en las elecciones de 2006. La respuesta de su más directo rival no se hizo esperar: “¿Piensan que una persona así puede gobernar un país?”, se preguntó, durante la grabación de un programa de la cadena pública de televisión RaiUno. “Berlusconi se ha quedado con los fraudes que evoca sólo cuando pierde” las elecciones, añadió, exhortándolo a no caer en una campaña sucia.
Silvio Berlusconi, líder del Pueblo de la Libertad, en línea con pasadas cruzadas, lanzó un duro ataque contra los fiscales. El ex primer ministro dijo que los fiscales deberían someterse a pruebas psicológicas para verificar su salud mental. Más moderado, el líder del Partido Democrático, Walter Veltroni, envió una carta al “principal exponente de la coalición adversaria” (durante toda la campaña no ha nombrado a Berlusconi directamente) ofreciéndole firmar conjuntamente un “pacto de lealtad a los valores de la Constitución”. Berlusconi rechazó la propuesta, alegando que un “ex comunista” no puede otorgar “diplomas de lealtad republicana”.
La polémica por la “peligrosidad” de los “ex comunistas” y con los jueces son dos históricos caballos de batalla de Berlusconi. En 2003, cuando era jefe del Gobierno, llegó a decir que los magistrados eran “dos veces locos” y que para ejercer aquel oficio había que estar “mentalmente perturbado”. Cinco años después, Il Cavaliere reiteró sus ideas y, además, anunció una reforma para limitar las escuchas telefónicas como instrumento judicial: “Cinco años de condena para quienes las ordenan indebidamente, cinco años para quienes las efectúan y una condena penal, para que se acuerden toda la vida, a quienes las publican”. Este ha sido uno de los pocos proyectos concretos que se escucharon desde el comienzo de su campaña.
Antonio di Pietro, actual ministro de Infraestructuras y ex fiscal de la Operación Manos Limpias, enseguida contestó: “El verdadero loco es Berlusconi”, y añadió: “Sólo un loco puede decir cosas así”. También Veltroni condenó las declaraciones de Berlusconi y denunció que sus palabras destapan “falta de sentido del Estado y de espíritu institucional”. En su carta, Veltroni le pedía, entre otras cosas, que rechazara “expresamente toda violencia” y se comprometiera “a conservar la unidad nacional”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12
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