EL MUNDO › CóMO INCIDIRá LA NEGATIVA DE OBAMA A SUPRIMIR EL IMPUESTO AL COMBUSTIBLE

El desafío, la clase obrera blanca

El senador de Illinois necesita ganarle con un buen margen a Clinton en Indiana y Carolina del Norte en las primarias de mañana. Si triunfa Hillary, estará en mejor posición ante los superdelegados de mostrarse como la candidata para las presidenciales.

 Por David Usborne *

Desde Londres

Podría haber sido la carrera de caballos del fin de semana en Kentucky. Pero fue otra competencia hípica la que cautivó a los norteamericanos, en su versión política y con dos rivales en disputa por la candidatura presidencial demócrata. Se trata de Hillary Clinton y Barack Obama, quienes mañana volverán a enfrentarse en más de dos primarias determinantes que se celebrarán en Indiana y Carolina del Norte.

Obama está muy necesitado de fuertes resultados en ambos estados para vencer el desafío que le ha puesto Clinton, al decir que el senador de Illinois no puede conectarse con la clase obrera blanca. La senadora por Nueva York, a la retaguardia en cuanto a delegados ganados, se encuentra igualmente bajo presión para al menos acercarse a su rival en Carolina del Norte y para ganar Indiana, a menos que enfrente nuevas presiones para abandonar una carrera que muchos consideran ha ido demasiado lejos.

El trecho final hacia la votación de mañana estuvo dominado por la propuesta de suprimir el impuesto federal al combustible para ayudar a los trabajadores norteamericanos con el bolsillo ajustado a que puedan llenar los tanques de sus vehículos en medio de la acelerada subida de precios. La iniciativa es respaldada por Clinton y el candidato presidencial republicano John McCain, pero es resistida por Obama.

En una aparición en el canal NBC en la que se mostró seguro de sí mismo, el precandidato demócrata consideró el impuesto como un clásico truco que sería poco beneficioso y podría disparar la demanda empujando incluso más arriba el precio base del combustible. Ellos, dijo, probaron esa idea en los estados de donde provienen y fallaron. “Yo lo voté”, añadió. “Seis meses después, echamos un vistazo y los consumidores no se beneficiaron en nada. Aprendí del error”, señaló.

Durante el fin de semana, Obama hizo campaña intensamente a lo largo de Indiana y el sábado se mostró junto a su esposa, Michelle, y sus dos hijos en una calesita y en una pista de patinaje en un intento por resaltar los valores familiares ante sus votantes. Si Obama perdiera mañana por una gran diferencia entre los votantes de cuello azul y blanco, Clinton tratará de que los superdelegados entiendan que ella es la mejor candidata para noviembre.

Luego de arruinarle el sábado pasado las elecciones a Clinton en el pequeño territorio norteamericano de Guam, ubicado sobre el Pacífico, Obama podrá respirar con mayor facilidad si mañana logra imponerse en Indiana. Así lo expresó el senador este fin de semana. Sin embargo, admitió que cualquiera sea el resultado, Clinton seguirá peleando hasta las últimas primarias, que se celebrarán el 3 de junio. Una victoria en Indiana es difícil para Obama cuando las encuestas lo muestran por muy poco a la zaga. Una ayuda seguramente serán las amplias concentraciones de votantes negros en Indianapolis, en el centro del estado, y alrededor de la ciudad de Gary, que se ubica en la frontera sureña de Illinois, donde él vive.

Lo que es incierto es cómo va a operar el rechazo del precandidato negro al impuesto al combustible en los votantes de Indiana y Carolina del Norte. Numerosos economistas desaprobaron la propuesta de Clinton y McCain, debido a que, según ellos, en el mejor de los casos podría ahorrarles a las familias 30 centavos de dólar al día. “Me sorprendió la idea de Hillary”, dijo Alice Rivlin, directora de presupuesto durante la gestión de Bill Clinton.

El senador del “cambio” tiene una posición similar. “Sólo en Washington pueden salirse con la suya diciendo que uno está alejado de la realidad cuando ustedes son los que piensan que con 30 centavos al día es suficiente para ayudar a los que intentan sobrevivir”, dijo en referencia a sus rivales. “Creo que los estadounidenses son más inteligentes que lo que Washington piensa”, añadió.

Si bien la victoria de Obama en Guam por apenas siete votos es probablemente un aliciente para el precandidato, éste es limitado. El Estado enviará a la convención de noviembre sólo cuatro delegados, dos para cada contendiente demócrata.

En estos días, Obama reconoció que la ola de comentarios que desató el ex pastor del senador, Jeremiah Wright, no fueron bienvenidas para su campaña. “La gente de Estados Unidos entiende que cuando me uní a la Iglesia Cristiana Unida de Trinidad no me comprometí con el pastor Wright, sino con la iglesia y con Cristo”, dijo a NBC distanciándose nuevamente de su ex líder espiritual. En son de paz, Clinton señaló al canal ABC que ambas campañas, la suya y la de su rival, deberían dejar de lado esa cuestión.

* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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Durante el fin de semana, Obama hizo campaña a lo largo de Indiana, donde se vota mañana.
Imagen: AFP
 
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