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Perú se convirtió en el promotor de un frente americano para rechazar la cruzada europea contra los inmigrantes indocumentados. Así lo demostró ayer al convocar a los 34 miembros de la OEA en un encuentro inédito en Washington con el objetivo de oponerse a la Directiva Retorno, una ley aprobada hace dos semanas por la Unión Europea (UE) que castiga aún más la inmigración ilegal. “Si la UE no viola derechos humanos, contradice convenciones, incluso europeas. No están haciendo las cosas bien”, dijo en una entrevista con PáginaI12 el canciller peruano José Belaúnde.

–¿Qué conclusiones saca de la reunión de la OEA?

–Buena. Todos los países de América latina están de acuerdo en rechazar la directiva y explorar mediante el diálogo la posibilidad de revertir esa situación.

–¿Y cuál fue la postura de los países del Norte?

–La actuación de Canadá y Estados Unidos fue más discreta. No pidieron que se tome una decisión por aclamación y rescataron el derecho de los países a decidir sobre la inmigración en su territorio. Sin embargo, también pidieron que se respetaran los derechos humanos. Digamos que apoyaron nuestro reclamo de tener diálogo, pero con una posición poco militante.

–¿Cuáles son los próximos pasos?

–Vamos a enviar una misión a dialogar con las autoridades europeas para ver si podemos lograr un acuerdo en los puntos que son de mayor sensibilidad de la norma aprobada, como las detenciones tan prolongadas, el no retorno en cinco años y las deportaciones de infantes no acompañados.

–¿Quiénes integrarán la comitiva?

–Eso lo sabremos la semana próxima, después de la cumbre de países centroamericanos, la reunión de la Unión de Naciones Sudamericanas y la del Mercosur. Creo que tienen que estar aquellos miembros que tienen mayor contingente de inmigrantes en Europa como Ecuador y Perú, si hablamos de Sudamérica. Pero tampoco descarto que puedan sumarse México y la Argentina.

–¿Por qué cree que Europa aprobó la Directiva Retorno?

–Hay factores económicos como la cuestión del empleo y la competitividad, y razones de seguridad como los temores a las amenazas globales que hoy existen.

–Ante la preocupación manifestada ayer por la OEA frente a la nueva ley, ¿qué respondieron los observadores de la UE presentes en el encuentro?

–Dicen que la norma es para homogeneizar y que sin ella los países tienen más libertad para tomar decisiones arbitrales, pero eso no es suficiente para convencernos. Si la UE no viola derechos humanos, al menos contradice convenciones, incluso europeas. No están haciendo las cosas bien.

Entrevista: Juan Manuel Barca.