Dos comandantes de las FARC aseguraron que no bajarán las armas y criticaron a algunos de sus aliados, semanas después de que Venezuela, Ecuador y Bolivia llamaran a la guerrilla a abandonar la lucha armada. El pronunciamiento fue hecho por los ideólogos de las FARC, el canciller Rodrigo Granda y Jesús Santrich, en una carta dirigida al Partido Comunista Clandestino, ligado a la guerrilla, pero también a sus prisioneros de guerra. “Nada nos detendrá, ni las calumnias, ni el consejo del apaciguamiento, ni las posturas derrotistas, ni las intrigas, desconsideraciones y felonías de los ingratos, desleales y traidores”, señala el texto que por momentos parece aludir al gobierno venezolano.

La declaración de cuatro hojas y sin fecha fue publicada el domingo por la Agencia Bolivariana de Prensa, que tradicionalmente difunde comunicados de las FARC. Sin embargo, el medio informó que los comentarios surgieron tras declaraciones recientes del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en las que pidió por segunda vez a la guerrilla que depusiera las armas, un día después de que el ejército de Colombia rescatara a Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes.

Tras calificarse de marxistas-leninistas-bolivarianos, los jefes guerrilleros afirmaron que abandonar la lucha armada es una concesión inadmisible para un revolucionario. “No seremos nosotros, no y mil veces no, quienes bajemos las armas de Marulanda, las armas del pueblo, que se han levantado por la emancipación”, indicaron al recordar a Manuel Marulanda Vélez, el fundador de las FARC, que murió en marzo.

En su defensa, los líderes denunciaron lo que consideran una guerra sucia y el terrorismo de Estado en Colombia. “No somos nosotros quienes hemos empujado a Colombia a la guerra, sino aquellos que no permiten que el pueblo tome la senda de la democracia y de la paz”, recordaron. “Estamos en una confrontación que no ha de cesar mientras no se acabe con las profundas causas sociales que la engendraron”, aseguraron.

La misiva que arranca agradeciendo a quienes enviaron documentos en apoyo a las FARC, como el sociólogo norteamericano James Petras y el teórico alemán del “socialismo del siglo XXI” que promueve Chávez, luego se convierte en una crítica hacia algunos de los aliados de la guerrilla. “Sabemos que tenemos que batallar contra el imperio pero también deberemos sortear las emboscadas de los perjuros y las defecciones que se suelen dar en el escenario de algunos de nuestros propios aliados de causa, y que es en las adversidades cuando mejor se puede identificar la firmeza de los propios”, advirtieron. “¿Desde cuándo contra los canallas no se pueden utilizar, sin rebajarnos a la perversidad, las armas que usan ellos mismos; desde cuándo esa máxima bolivariana asusta a los bolivarianos?”, preguntan Granda y Santrich en una probable alusión a Caracas.