Un atentado suicida reivindicado por los talibán contra un convoy militar causó la muerte de dos soldados españoles y heridas a otros cuatro. El ataque fue producido con una furgoneta llena de explosivos lanzada contra el convoy al sur de la provincia de Herat (oeste afgano), anunció la ministra española de Defensa, Carme Chacón.

Un blindado español que cerraba un convoy de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN fue “embestido por una furgoneta cargada de una gran cantidad de explosivos piloteada por un suicida”, dijo la ministra durante una rueda de prensa en Madrid. Los militares fueron atacados en el distrito de Sindhand, por donde circulaban en un convoy junto a las tropas afganas, según informó en un comunicado de la policía afgana para la región oeste el general Ikramudin Yawar.

“Todos los españoles nos sentimos unidos ante el dolor, que es nuestro dolor”, dijo Chacón, antes de recalcar que “en estos momentos somos aún más conscientes de hasta qué punto nuestros soldados exponen su vida por el bienestar y por la libertad de un pueblo distante y también por nuestra seguridad”. Ayer, un portavoz de los talibán reivindicó el atentado que causó –según él– 15 heridos entre los soldados españoles y afganos presentes en ese convoy militar.

La muerte de estos dos militares españoles eleva a seis el número de soldados de ese país fallecidos en ataques en Afganistán, después de que en septiembre de 2007, dos paracaidistas, uno de ellos ecuatoriano, fallecieran al hacer explosión un artefacto al paso de su vehículo blindado. En febrero del mismo año, una soldado española falleció al hacer explosión otro artefacto al paso de la ambulancia blindada en la que viajaba, mientras que el 8 de julio de 2006, el soldado peruano, nacionalizado español, Jorge Arnaldo Hernández Seminario, murió al ser alcanzado por la explosión de una mina.

España, que está presente en Afganistán desde 2001, mantiene en el país del Golfo, en el seno de la ISAF, un contingente de 778 hombres con base en Herat desde la que se presta apoyo a las operaciones de los cuatro Equipos de Reconstrucción Provincial (PRT) de la región oeste de Afganistán, según el ministerio de Defensa español.

La ISAF cuenta más de 50.000 hombres que luchan junto a los estadounidenses contra los talibán, que lanzaron una sangrienta insurrección desde que fueron expulsados del poder, a finales de 2001, por una coalición internacional liderada por Estados Unidos y Gran Bretaña.

En momentos en que el electo presidente de EE.UU., Barack Obama, se prepara para ordenar un considerable aumento de tropas en Afganistán con el objetivo de acabar con la insurgencia talibán, Gran Bretaña, el segundo proveedor de fuerzas (8100 efectivos), espera hacer lo contrario. El jefe del equipo de la Defensa, Jock Stirrup, dijo ayer que “Obama planea dos brigadas nuevas, hay un extra de 1500 tropas francesas y Alemania está aumentando su número. No veo necesario que la fuerza británica aumente. Es crucial que experimente una reducción el próximo año para recuperarse de varios años de trabajo al máximo”. Según Jock, “las tropas británicas hacemos más de lo que da nuestra estructura”.

La violencia en Afganistán se ha intensificado desde hace dos años pese a la presencia de 70.000 soldados de dos fuerzas multinacionales, una de la OTAN y la otra bajo mando estadounidense.