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El candidato favorito para el ballottage de este domingo 27, Luiz Inácio Lula da Silva, salió con todo a dar los últimos toques de campaña: declaró ayer que con su jefatura de ningún modo Brasil podrá convertirse en un país como Argentina y así le respondió a su rival José Serra, que lo acusó de ser un futuro Fernando de la Rúa. El Partido de los Trabajadores (PT) que lidera Lula arremetió contra la campaña “del terror” que propugna el oficialismo, especialmente sobre la incertidumbre económica y para eso uno de los economistas del PT, Guido Mantega, enfatizó que tras la toma del mando Lula provocará “un shock de confianza al designar a su equipo de transición y anunciar su agenda de gobierno”. El mismo presidente Fernando Henrique Cardoso expresó su intención de reunirse ayer con Lula, como dando por descontado el pase de mando. Como en encuestas anteriores, el ex metalúrgico aventaja cómodamente por 30 por ciento de los votos válidos al socialdemócrata, según un último sondeo de Ibope.
De acuerdo con la encuesta que divulgó la TV Globo, el candidato del PT obtiene el 65 por ciento de los votos válidos, en tanto que el aspirante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) obtiene el 35 por ciento. Pero la encuesta indica que Serra repuntó un punto porcentual en la última semana, mientras que Lula perdió igualmente un uno por ciento de los votos válidos, en comparación con el sondeo anterior de la misma firma. La encuesta reconoce un margen de error del 1,8 por ciento y fue realizada entre los pasados sábado y lunes, cuando fueron interrogadas 3000 personas en 203 municipios de todo el país.
Lula, dejando por un momento su campaña de “amor y paz”, salió a la carga ayer y declaró que “no logro comprender la línea adoptada por mi adversario. El conoce bien Brasil y sabe que el país jamás vivirá una situación económica como la de Argentina, porque Brasil tiene un potencial mayor y una base industrial más sólida”. El candidato petista, en un acto partidario en Taguatinga, una ciudad satélite de Brasilia, declaró que “Serra acabará pagando un alto precio por intentar amedrentar a los electores con el fantasma de una crisis como la argentina. Decir una cosa así es no creer en la inteligencia y en la capacidad de comprensión del pueblo (...). Los sondeos muestran que nosotros estamos en el camino correcto”. En este sentido, el ex presidente Raúl Alfonsín criticó las campañas en Brasil basadas en la situación argentina. “Así se lastima a la unidad latinoamericana y al fortalecimiento del Mercosur.”
Por su parte, el principal asesor económico del PT, Guido Mantega, dijo que en caso de triunfar su partido podría renegociar las deudas de Brasil con los organismos multilaterales de crédito, en referencia a los pagos que Brasil debe realizar pagos el año próximo. De los 25 mil millones de dólares de vencimientos externos del 2003, unos 16 mil millones corresponden a compromisos con organismos multilaterales. Además señaló que el gobierno de Lula no vacilará en cortar gastos y “moralizar” la administración pública, manteniendo una baja inflación.