Al menos diez policías murieron y otros 22 resultaron heridos ayer en Irak a causa de un atentado con un coche bomba cometido en Kirkuk, al norte del país. “El blanco del atentado fue un micro en el que iban policías encargados de la protección de las infraestructuras petroleras de la North Oil Company, que retornaban a sus casas luego de un día de trabajo”, precisó el teniente coronel Ghazi Mohammed Rashid, de la policía de Kirkuk, quien señaló que el coche bomba habría sido estacionado junto al paso del micro apenas unos minutos antes del paso de los policías. “La explosión fue de tal potencia que el autobús quedó reducido a un amasijo de metal, con los asientos llenos de sangre y las armas de los policías tiradas por el suelo”, agregó el coronel. Kirkuk es una provincia rica en petróleo del norte de Irak de mayoría kurda, pero disputada también por los turcomanos y los árabes sunnitas.