La posibilidad de reformar la Constitución de Brasil para permitir que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se presente a un tercer mandato ya existe, al menos en forma de proyecto de ley, en los cajones de un diputado aliado del oficialismo. El texto, aunque cuenta con las firmas necesarias para aprobarse, todavía no se trató en el Congreso. Sin embargo, las especulaciones ya comenzaron.

No es la primera vez que el tema se menciona entre las filas del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), pero ahora, cuando falta poco más de un año para las elecciones de 2010, los motivos para impulsar una medida semejante parecen ser al menos dos. Por un lado, a la ministra Dilma Roussef, candidata proclamada por Lula para sucederlo, se le detectó un cáncer linfático a mediados del mes de marzo, y, si bien los reportes médicos aclararon que el tumor se detectó a tiempo y que sus posibilidades de curarse son del 90 por ciento, habría quienes no quieren especular con el 10 por ciento restante. Por otro lado, y ya en el terreno de los números, el mayor problema para el PT es que la candidata de Lula no logra superar en las encuestas al gobernador de San Pablo, José Serra, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB). De acuerdo con los últimos sondeos citados por la agencia italiana de noticias ANSA hace una semana, Roussef reúne apenas un 18 por ciento de intención de voto, frente a un 42 por ciento por parte del candidato paulista.

Asimismo, según el diario Folha de São Paulo, el gobernador Serra estaría por estos días a punto de sumar a su fórmula presidencial, como número dos, al popular gobernador del estado de Minas Gerais, Aécio Neves, lo que, según miembros de las filas opositoras citadas por el diario paulista, sería una combinación poderosa. Ante este panorama, sólo un hombre sería capaz de garantizar una nueva victoria del oficialismo: el propio presidente Lula, quien, según la misma encuesta de ANSA, contaría con un altísimo 84 por ciento de apoyo popular.

El instrumento legal para abrir las puertas a un eventual tercer mandato de Lula es una Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) que ya redactó el diputado Jackson Barreto, del PMDB, un partido aliado al PT. De acuerdo con el proyecto, que ya reunió las 171 firmas de legisladores necesarias para tratarse pero no tiene fecha prevista a la vista, tanto el presidente como los gobernadores y los intendentes quedarían habilitados para ser reelectos hasta dos veces consecutivas, además de la elección inicial.

No obstante, los consensos sobre el proyecto todavía parecen lejanos, aun dentro de las filas oficialistas. Para empezar, luego de aclarar que él había redactado el proyecto antes de que se hiciera público el cáncer de la ministra Roussef, Barreto precisó que el asunto aún estaría condicionado por las circunstancias. “Para presentar la propuesta dependerá de cómo evolucionen las cosas”, explicó. José Mucio Monteiro, ministro de Relaciones Institucionales, optó directamente por pronunciarse en contra. “Personalmente, no creo que sea bueno. El propio Congreso no está a favor de la idea. Es mejor mantener la Constitución como está”, afirmó.

Y Cándido Vacarezza, jefe del bloque de diputados del PT, pareció ayer querer bajarle el tono al asunto. “Este debate no existe para el PT en cuanto partido. Nosotros estamos con Dilma. No tenemos plan B”, aseguró. Pero las aristas que rodean al tema de la re-reelección son todavía más amplias. Por estos días, la oposición impulsa a través de una Comisión Parlamentaria (CPI) una investigación sobre un posible caso de corrupción en el interior de la petrolera estatal Petrobras, que involucraría posible evasión fiscal y desvíos de fondos, justo en momentos en que el oficialismo buscaba debatir una nueva Ley del Petróleo. Ayer, el senador Delcidio Amaral, del PT, afirmó a través de su sitio web que la propuesta de un nuevo mandato de Lula sería “una respuesta” frente a la investigación impulsada por la oposición.

Por ahora, Lula no dice ni sí ni no.