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Putin, el magnánimo
El presidente de Rusia, Vladimir Putin (foto), señaló ayer que vetó la ley de medios que el Parlamento de ese país había aprobado luego de la crisis de rehenes en octubre pasado. Sin el veto a la ley que el mismo Putin había impulsado, ésta hubiera sido un golpe a la libertad de prensa rusa porque prohibía, entre otras cosas, criticar o informar sobre operaciones antiterroristas de las fuerzas de seguridad de aquel país. En un encuentro con periodistas en el Kremlin, Putin dijo que bloqueó la medida para responder a los llamados de la prensa –los más prominentes periodistas rusos le habían escrito una carta donde consideraban que esa ley impediría el desarrollo de medios objetivos en el país–. Según Putin, los medios rusos deberían elaborar un código de conducta, ya que la cobertura de la toma de rehenes en la que murieron 170 personas fue motivada por el rating, en vez de “presentar un relato objetivo de los hechos”.