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Andrés Manuel López Obrador va a competir en 2012. Ayer, en un mitin en el Zócalo el ex presidenciable mexicano confirmó su intención de participar en la elección para “volverle a ganar a la mafia del poder”. En 2006, López Obrador perdió con Felipe Calderón por un puñado de votos y alegó que fue víctima de fraude electoral.

Uno de los puntos centrales del proyecto del “presidente legítimo” –como lo llaman sus seguidores– será renovar las instituciones, en especial a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyos magistrados deberán ser elegidos de manera democrática. Para ello, señaló que impulsará una reforma constitucional para convertir a la Corte “en el faro de la ley”. Además de enumerar acciones enfocadas a democratizar los medios de comunicación, la optimización fiscal, el apoyo a la industria nacional, así como a fortalecer programas sociales, el ex alcalde de la Ciudad de México resaltó la importancia de transformar México bajo un ideal moral, cuyos principios no estén cimentados en la acumulación de riqueza material, sino en el estar bien desde la conciencia y en prodigar el bien al prójimo.

El líder izquierdista dijo estar convencido de que no basta con mejorar las condiciones de vida y de trabajo. “Es indispensable crear una nueva corriente de pensamiento para fortalecer valores culturales, morales y espirituales, ya que la actual crisis no sólo se gestó por falta de empleos, sino también porque se convirtió la codicia en virtud, se ha elevado a rango supremo el dinero y se ha inducido la creencia de que se puede triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de ninguna índole.”

Entre otros puntos de su proyecto, López Obrador mencionó que su iniciativa contempla un gobierno austero, en el que se reducirán a la mitad los sueldos de altos funcionarios públicos. Se impulsarán actividades productivas, la creación de empleos, se rescatará el campo del abandono, de tal manera que en México se producirán los alimentos para dejar de importarlos. Asimismo contempla la construcción de tres grandes refinerías para procesar aquí materia prima y elaborar productos petroquímicos y gasolinas. En tanto, mencionó, el sector energético será palanca de desarrollo nacional para industrializar el país, reduciendo precios de gasolinas, diesel, gas y luz.

También promoverá una reforma fiscal progresiva orientada a no aumentar impuestos o a crear nuevos, sino a acabar con privilegios fiscales, de tal manera que se terminará con el régimen de consolidación fiscal que exenta a grandes corporaciones de pago de gravámenes.