Lunes, 26 de julio de 2010 | Hoy
EL MUNDO › EE.UU. Y SURCOREA REALIZAN MANIOBRAS MILITARES EN EL MAR DE JAPóN
La demostración de fuerza en la península coreana provocó la reacción de Pyongyang. Norcorea advirtió que los ejercicios navales que realizan su vecino del Sur y Washington “podrían desatar una guerra”.
Por Stephen Foley *
Uno de los buques más grandes de la Armada estadounidense está dirigiendo los ejercicios militares en la península coreana. Es una demostración de fortaleza hacia el Norte comunista y por la que el régimen norcoreano advirtió que podría desatar una guerra sagrada.
El portaaviones nuclear George Washington, junto a otros 19 barcos, 200 aviones y 8000 militares surcoreanos y estadounidenses iniciaron ayer las prácticas. Corea del Norte amenazó que podría bloquear las maniobras y llegó a decir que podría usar su fuerza disuasoria nuclear.
En un intento de impedir que las tensiones sigan escalando, el ministro de Defensa surcoreano explicó que había reubicado los ejercicios en el Mar de Japón, en lugar del Mar Amarillo, más cerca de China, y que la potencia asiática había objetado. El gobierno chino reclamó que ambas partes muestren restricción.
La demostración masiva de fuerza hecha por los Estados Unidos y sus aliados de Seúl vino en respuesta al hundimiento de un buque de guerra surcoreano, ocurrido en marzo. Una investigación internacional concluyó que el barco Cheonan había sido torpedeado por Pyongyang. Cuarenta y seis tripulantes murieron en ese ataque pero Corea del Norte sigue negando responsabilidad en el hecho.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, realizó la semana pasada un viaje simbólico hacia la zona desmilitarizada que divide a las dos Corea, ostensiblemente para remarcar el 60º aniversario del comienzo de la guerra que enfrentó a las dos vecinas de la península. La funcionaria utilizó su visita para anunciar nuevas sanciones contra Pyongyang en represalia por el hundimiento del Cheonan. Los ejercicios navales que durarán hasta el miércoles son el último intento para ponerle presión al Norte comunista. En los próximos meses vendrán maniobras militares de menor escala.
Por primera vez se utilizó en un ejercicio el avión F22 Raptor, lo que muestra que Washington piensa que este despliegue de tecnología servirá para evadir la defensa aérea norcoreana. Los comandantes estadounidenses, que bautizaron a la operación “Espíritu invencible”, confesaron que están tomando seriamente las amenazas de Pyongyang pero afirmaron que no recibieron informes de inteligencia que mostraran una inusual actividad militar norcoreana. Los uniformados norteamericanos remarcaron que los ejercicios no fueron diseñados para provocar, sino para disuadir las provocaciones del régimen comunista. “Estamos mostrando nuestra resolución”, declaró el capitán David Lausman, el comandante del portaaviones George Washington.
Los medios estatales norcoreanos pasaron los días previos a las maniobras difundiendo declaraciones beligerantes y de condena. “El ejército y la población de la República Democrática Popular de Corea iniciará, en represalia, una guerra sagrada de su propio estilo, basada en su fuerza disuasoria nuclear, cuando sea necesario para responder a los imperialistas estadounidenses y a sus marionetas surcoreanas, que están deliberadamente presionando para que se desate una guerra”, reprodujo la agencia de noticias central. El diario gubernamental Minju Joson publicó en un editorial: “También tenemos armas nucleares”.
La demostración de fuerza de los Estados Unidos no fue uniformemente recibida en Corea del Sur. Unos 150 activistas antibélicos se manifestaron ayer cerca de la embajada estadounidense en Seúl. Los manifestantes entonaron cánticos como “desechen la alianza surcoreana y estadounidense”. Los activistas dijeron que el entrenamiento sólo profundizaría las tensiones existentes en la región.
La Unión Europea (UE) anunció el viernes que también consideraría nuevas sanciones contra Pyongyang. Otros poderes en la región han observado con alarma la tensión en aumento y la retórica encendida. Los japoneses, alineados con Washington, enviaron observadores a los ejercicios navales. China, aliada a Pyonyang, se quejó por el intento de llevar las prácticas al Mar Amarillo.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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