Sábado, 30 de octubre de 2010 | Hoy
EL MUNDO › ENTREVISTA CON EL SENADOR EDUARDO SUPLICY, UNO DE LOS FUNDADORES DEL PT
El senador Suplicy cuestionó a los medios que en un primer momento centraron la campaña en el tema del aborto y señaló que el rol de Lula al abandonar la presidencia será similar al de Nelson Mandela en Sudáfrica.
Por Santiago O’Donnell
Desde San Pablo
Estamos con uno de los fundadores del PT, Eduardo Suplicy, senador nacional desde 1990, y estamos atascados en el denso tráfico de esta ciudad. La entrevista con Página/12 en la fundación Getúlio Vargas se había extendido un poco y ahora llegamos tarde al acto de cierre de la campaña de Dilma Rousseff. No hay tiempo que perder. Suplicy, 69 años, cuerpo de ex boxeador, ordena al chofer que arrime al cordón. El chofer protesta, pero el senador lo corta en seco. Se afloja la corbata y se despoja del saco de su traje azul, abre la puerta y se lanza a pie, a paso redoblado, mientras habla por celular, cinco cuadras por una peatonal que desemboca en la tradicional Plaza de Se, donde se desarrolla el acto. En el camino se le sale la camisa del pantalón y se choca con no menos de cuatro peatones mientras apura el paso, celular en la oreja, el senador nacional. Cuando llega a la plaza, solo, sin custodia, una multitud lo rodea y se lo devora. Apenas tiene tiempo para despedirse.
Desde los altoparlantes se escucha el discurso del ex senador Aloisio Mercadante, que arenga a la multitud desde una plataforma montada en la caja de un camión. “¡Levantemos los brazos con los dedos en señal de victoria! Olé, olé olé olé olé, Dilma, Dilma!” La plaza estalla. La militancia del PT está a pleno, También se ven globos y remeras de los aliados, del PMDB, el PR, el PSB, el PDT, y de las principales centrales obreras, la CUT y Forza Sindical. Faltan dos días para el ballottage, las encuestas favorecen a Dilma y en la gente hay clima de festejo. No están Lula ni la candidata, pero está el vice, José Alencar, y se roba la atención de las veinte, treinta cámaras que cubren el evento. Mientras Mercadante redondea su discurso al pie del camión, Suplicy se trepa a la plataforma y aparece sonriendo al lado del orador, saludando con las dos manos.
Antes se había hecho tiempo para dar su clase semanal en la fundación y después para hablar un poco en la cafetería del cuarto piso sobre la campaña, Dilma, Lula y el futuro de Brasil.
–¿Qué le pareció la campaña?
–Esta es la sexta votación desde que volvieron las elecciones directas, en 1989. Creo que lo que hay que destacar es que los cuatro principales candidatos son de origen progresista, si consideramos a los cuatro candidatos principales. Dilma y Marina Silva provienen del PT. José Serra (el candidato opositor en el ballottage) representa a una coalición que es más de centro, pero también es de origen progresista. Fue un líder estudiantil que enfrentó a la dictadura y tuvo que exiliarse. Plinio Arruda, el candidato de la izquierda, sólo sacó el uno por ciento de los votos en la primera vuelta, pero hizo aportes interesantes en los debates de candidatos. Dilma representa hoy todo lo bueno que hizo el gobierno del presidente Lula. Termina su mandato con el 82 por ciento de aprobación popular, el más alto de la historia de Brasil. Lo consiguió gracias a un crecimiento significativo de la economía, del producto bruto interno, con una razonable estabilidad de precios, con la inflación alrededor del cinco por ciento anual. Por primera vez, año a año, el índice de desigualdad cayó gracias a los diversos programas de inclusión social, que resultaron en una disminución notable de la pobreza. Lo más importante es que el conjunto de medidas, los progresos, fueron sentidos por la población. Más que un cuarto de la población brasileña recibe la Bolsa Familia, más de 50 millones de beneficiados. Esta es sólo una etapa de lo que va ocurrir en el futuro, se van a ampliar esos programas en el gobierno de Dilma.
–Conozco los logros del PT. Pero, ¿por qué no se habló de eso en la campaña?
–Es que Marina Silva fue una gran sorpresa. Hizo una excelente votación, consiguió casi 20 millones de votos de los 100 millones que votaron sin una estructura partidaria importante. Ella colocó destacadamente los puntos más importantes de su propuesta de economía sustentable y cuidado del medio ambiente en la agenda de discusión. Envió por escrito su plataforma a Serra y Dilma y les preguntó qué harían al respecto. Ambos le contestaron por escrito, le escribieron documentos para conquistar sus votos. Y Marina dijo abiertamente que la propuesta escrita por Dilma estaba más próxima a sus propuestas. Yo espero que en las próximas horas los candidatos digan lo que quieren para el país sobre educación, salud, infraestructura, políticas sociales.
–¿Y por qué se habló tan poco de eso hasta ahora en una campaña dominada por el debate sobre el aborto?
–Yo creo que es responsabilidad de los que hacen las preguntas, y también responsabilidad de los que hacen los programas televisivos, que concentraron su atenciones en los ataques personales. A mí me gusta más hablar de los aspectos positivos. Mi recomendación a Dilma es que siga hablando de por qué su gobierno hizo más que los anteriores.
–¿Qué opina de la pelea de Lula con los medios?
–Creo que el presidente manifestó una insatisfacción con la manera en que ciertos medios divulgan noticias. Los medios se pueden comportar como partidos políticos, como dijo el presidente, por que forma parte de la libertad de expresión. El gobierno de Lula nunca hizo nada para cercenar la libertad de expresión.
Suplicy contó que había conocido a Lula en los setenta, cuando el presidente era el líder de los metalúrgicos paulistas y él era columnista de economía en Folha de Sao Paulo. Un día Lula fue a una conferencia de Suplicy en la Fundación Santander. El senador recuerda que ese día habló de la importancia de la participación de los trabajadores en el manejo de las empresas. Cuando terminaron, Lula lo esperó en el patio y lo invitó al sindicato. Desde entonces son inseparables. Suplicy fue electo diputado en 1983 encabezando la lista del PT y sacando más votos que ningún otro candidato. Después ganó cuatro elecciones para senador nacional, y es una de las figuras más respetadas del oficialismo.
–¿Qué va hacer Lula cuando deje la presidencia?
–Lula va a tener una función muy importante en los próximos años, algo similar al rol que tuvo Nelson Mandela en Sudáfrica. Mandela debió intervenir en crisis domésticas y también en crisis internacionales, especialmente en Africa. Lula va a trabajar para promover la paz en su país y en otras partes del mundo.
–¿Qué opina de Dilma?
–Es una mujer muy perceptible,inteligente, de gran sensibilidad.
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