La muerte de Néstor Kirchner es una gran pérdida para los argentinos de hoy y de mañana. Con muchos aciertos y con errores también, su gestión devolvió el interés político a gran parte de la juventud, que venía en un proceso de apolitización e idiotización tinellizante en crecimiento desde los ’90. Pocas veces hemos discutido la política como en estos tiempos. La pasión por discutirla e informarse. Esa pasión y compromiso nos los devolvió su gestión desde el 2003, pues la sentíamos en cada discurso de Kirchner. La noticia me sorprendió en Europa, pero no así la respuesta de miles de personas en toda la Argentina para despedir a un político ejemplar que muchos recordaremos como ejemplo de compromiso y pasión por un ideal, pero que creo lo recordarán aún más quienes menos tienen, pues éstos fueron prioridad en la política de distribución del ingreso del ex presidente. Acompañamos a la presidenta Cristina Kirchner en su dolor y también en su lucha y pensamiento.

* Músico.