Viernes, 12 de noviembre de 2010 | Hoy
EL MUNDO › ENTREVISTA CON EL DELEGADO DE LA REPUBLICA ARABE SAHARAUI DEMOCRATICA
El lunes, las fuerzas marroquíes irrumpieron en un campamento saharaui, dejando a su paso un panorama trágico. En simultáneo estaban reunidas en Nueva York las delegaciones marroquí y saharaui en negociaciones de paz.
Decenas de muertos, centenares de desaparecidos y fosas comunes componen una imagen desgarradora del Sahara Occidental. Hash Ahmed, ministro saharaui responsable de las relaciones con los países latinoamericanos, llegó el miércoles a la Argentina y dialogó con Página/12. Ahmed participó ayer de una audiencia en el Congreso para denunciar la situación humanitaria del pueblo saharaui (ver aparte).
La República Arabe Saharaui Democrática es una nación nómade, sin Estado, formada por la antigua provincia española del Sahara Español. En 1975, ese territorio africano fue ocupado militarmente por Marruecos. Desde entonces, el Frente Polisario y Marruecos se disputan la soberanía. En 1991 acordaron un alto el fuego y se creó la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (Minurso), que aún no logró que cesen las violaciones a los derechos humanos ni que los saharauis decidan su destino.
El 10 de octubre último, miles de saharauis levantaron un campamento en el desierto de El Aaiun para protestar por sus condiciones de vida. El lunes, las fuerzas marroquíes irrumpieron en el lugar, dejando a su paso un panorama trágico. En simultáneo con el ataque, estaban reunidas en Nueva York las delegaciones marroquí y saharaui para avanzar en las negociaciones de paz. En las últimas horas, se anunció que el martes se reunirá el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para debatir la cuestión.
–¿Por qué los saharauis decidieron montar ese campamento?
–Los hechos comenzaron cuando una población autóctona decidió, como un gesto pacífico de protesta por las condiciones de vida, por la marginación, por el no respeto de sus libertades y por la explotación ilegal de los recursos, montar un campamento. Lo han hecho en el desierto, afuera de la ciudad. Estaba previsto hacerlo también en otras ciudades, pero los marroquíes se decidieron a abortar el intento a tiempo, impidiendo la salida de la población. Hay más de 20 mil personas, incluyendo a mujeres y niños. Además, había activistas europeos y latinoamericanos con los saharauis y la cifra podría haberse elevado más pero, en un momento determinado, los marroquíes cercaron eso con una muralla y tropas, que están hace tres semanas asediando el campamento e incluso impidiendo el acceso de agua.
–¿A qué se debió la incursión militar marroquí?
–El rey de Marruecos dio un discurso muy agresivo y eso se tradujo en el terreno en una operación brutal de las fuerzas marroquíes. Entraron a quemarropa, destruyendo a sangre y fuego todo el campamento. Mucha población se esparció en el desierto. Hay muchos desaparecidos todavía. La cifra de muertos es también elevada. Ya circulan fotos de camiones llevando cadáveres. Se supone que los llevan para enterrarlos en tumbas colectivas o para guardarlos en secreto. Ha sido una matanza contra una población inerme y ha provocado una reacción mundial terrible por el desprecio al ser humano por parte del régimen marroquí. Lo grave del asunto es que desde el martes se están sumando colonos a la persecución de los saharauis. Parece una operación de limpieza étnica, con marroquíes que van a linchar por las calles, a allanar las casas así como a destruir y saquear establecimientos comerciales que son de saharauis.
–¿Qué papel juega la Minurso en la región?
–La misión está, es una presencia simbólica. Pero Marruecos les hace la vida imposible, no les permite moverse más allá del margen que él quiere. Pero esos efectivos nunca se han preocupado cuando hubo ataques por parte de Marruecos, alegando que no tienen potestad para vigilar los derechos humanos, cuando ésa es una misión implícita.
–¿Cómo podría la ONU haber resuelto la disputa?
–Es uno de los conflictos más sencillos de resolver: toda la población saharaui se puede amontonar en un estadio de fútbol y en un solo día determinar si quieren ser marroquíes, como defiende Marruecos, o si quieren ser otra cosa. Pero Marruecos no quiere la consulta.
–¿Qué responsabilidad tiene España en este conflicto?
–Es absoluta. Los muertos, en la práctica, son de España, porque la administración le corresponde a este país. Que se busquen una justificación para no lanzar la voz de alarma y romper las relaciones con Marruecos es simplemente una excusa. Ellos creen que cerrando los ojos para que el monstruo marroquí se coma a la criatura saharaui, esto va a saciar la sed devoradora de Marruecos. Pero el día que devore a los saharauis, se va a lanzar sobre Canarias.
Entrevista: Luciana Bertoia.
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