EL MUNDO › ESTADOS UNIDOS AMENAZA CON ARMAS NUCLEARES AL REGIMEN DE SADDAM HUSSEIN
Cuando llega el Día D y hablan de la Bomba N
Hoy vence el plazo para que los inspectores de armas de destrucción masiva presenten su informe sobre Irak al Consejo de Seguridad de la ONU, y ayer EE.UU. endureció su tono ante Bagdad, negándose a descartar el uso de armas nucleares si el régimen de Saddam Hussein hace empleo de sus propios arsenales químicos y bacteriológicos.
Un día antes de que se cumpliera el plazo de la entrega de informes de las inspecciones de armas en Irak, Estados Unidos alzó fuertemente el tono de su retórica pre-bélica: Andrew Card, jefe de gabinete de la Casa Blanca, se negó a descartar el uso de armas nucleares contra Saddam Hussein si éste usa sus propias armas de destrucción masiva, y el secretario de Estado, Colin Powell, afirmó desde Davos, Suiza, que Irak tiene vínculos con la red terrorista Al Qaida, dijo que Estados Unidos se acerca “a la etapa siguiente”, el uso de la fuerza, y que podrá encararlo con las Naciones Unidas –cuyo Consejo de Seguridad se reúne hoy para considerar los informes de los inspectores de armas– o solo. Mientras, Richard Perle, asesor del Pentágono, acusó a Francia de querer reducir el liderazgo de Estados Unidos.
“Los franceses buscan disminuir el liderazgo estadounidense”, declaró Richard Perle a una cadena de TV norteamericana. “Todas las acciones francesas van en ese sentido y no debería sorprender que traten de explotar la situación iraquí con fines estrechos y nada loables”, dijo. Según el asesor del Pentágono, el gobierno francés está interesado en el petróleo iraquí. Además, se burló de las acusaciones europeas que aseguran que Estados Unidos sólo quiere el control de las reservas petroleras iraquíes. “Si quieren saber quién está interesado en el petróleo iraquí, miren a Francia: sus acciones se explican solamente por los contratos petroleros y no por otra cosa”, agregó. También dijo que la predisposición del presidente francés Jacques Chirac a “mostrarse amistoso con Saddam Hussein” es de larga data.
Mientras, desde Suiza, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, aprovechó que lo invitaron al Foro Económico de Davos para afirmar que el régimen iraquí “no pasó la prueba” de la declaración sobre armamentos que entregó en diciembre a la ONU. Por eso, dijo Powell, “probablemente nos estemos acercando al momento en que debamos pasar a la etapa siguiente”. O sea, la fuerza. En relación con las declaraciones de Francia y Alemania, que se oponen a una intervención armada contra Irak, Powell dijo que su país está dispuesto “a actuar sin el apoyo de aliados importantes”. También dijo que el régimen de Saddam Hussein mantiene “claros vínculos” con la red terrorista Al Qaida. La declaración de Powell fue reiterada después por Andrew Card, jefe de gabinete de la Casa Blanca. Este aseguró que Hussein tiene “un largo historial de cooperación con organizaciones terroristas”. Además, según Card, Estados Unidos no descarta usar armas nucleares en una guerra con Irak si éste usa armas de destrucción masiva. En caso de que el presidente iraquí Saddam Hussein recurra a este armamento, “debe saber que Estados Unidos tomará todos los pasos necesarios para salvar al mundo de un holocausto”, dijo Card en una entrevista con el canal de TV norteamericano NBC. De todos modos, señaló que el presidente Bush quiere evitar una guerra con Bagdad.
Hoy se cumple el plazo para que los jefes de inspectores de armas de la ONU, Hans Blix y Mohamed El Baradei, presenten el tan esperado informe al Consejo de Seguridad de este organismo. El Baradei anunció que recomendará la continuación de las inspecciones, que empezaron en noviembre y terminaron la semana pasada, y que su informe no causará sorpresas. Lamentó que Irak no haya colaborado totalmente con las inspecciones y que, el sábado, tres científicos iraquíes se negaron a ser interrogados en privado. Se espera que Rusia, Francia y Alemania, miembros del Consejo de Seguridad, les pidan a Blix y El Baradei que expliciten el acceso que los iraquíes les dieron para revisar los sitios sospechosos. Y que expliquen la falta de información sobre cualquier signo de armas prohibidas. Para acusar a Irak de poseer armas de destrucción masiva, Estados Unidos y Gran Bretaña se aferrarán a elementos que indiquen “desobediencia”: desde omisiones en la declaración de armas que el régimen de Hussein entregó en diciembre hasta la negación de cualquier científico iraquí a ser interrogado sin la presencia de un funcionario del régimen. Si en la reunión de hoy entre el Consejo y los jefes de inspectores se concluye quetodavía no se encontró “ninguna pistola humeante”, a Estados Unidos y Gran Bretaña les será más difícil convencer al resto del Consejo de que hay una justificación para una intervención armada.