Viernes, 25 de marzo de 2011 | Hoy
EL MUNDO › LOS FRANCESES DESTRUYERON UN CAZA LIBIO EL MISMO DIA EN QUE LOS EMIRATOS SE UNEN AL BLOQUEO AEREO
Un Rafale francés destruyó un caza de Khadafi en Misrata. La OTAN se hace cargo de la zona de exclusión pero no de los ataques terrestres, y los Emiratos envían sus aviones.
El jueves fue un día feroz y de cambios en la ofensiva de EE.UU. y sus aliados contra Muammar Khadafi. Los bombardeos contra blancos terrestres subieron en intensidad y la aviación naval francesa derribó el primer caza libio en combate aéreo. La OTAN anunció formalmente que tomará el mando de las operaciones, despejando una de las divisiones más complejas del operativo, y Washington dijo que entregará el control de sus fuerzas a partir de mañana, como temprano. En un golpe político inesperado, otro país árabe entró en la coalición con el anuncio de los Emiratos Arabes Unidos de que participarán con doce aviones de guerra.
Los franceses anunciaron ayer que uno de sus aviones Awacs –los radares voladores de control de combate– había detectado este jueves un caza libio volando sobre la ciudad de Misrata en violación de la zona de exclusión. Un caza Rafale se dirigió a la zona y disparó un misil que destruyó el caza libio todavía sobre la pista del aeropuerto en el que había aterrizado.
Misrata está bajo particular vigilancia porque desde hace una semana se combate ferozmente en esta ciudad a 200 kilómetros de Trípoli. Los ataques aéreos aliados forzaron a principios de esta semana a que los blindados de Khadafi se retiraran a las afueras de la ciudad, pero los residentes dicen que las tropas leales al dictador volvieron el miércoles a la noche y están sitiando la zona del hospital. Según los vecinos, la cobertura aérea aliada hace que los leales al régimen no puedan montar un ataque, pero no afecta a los blindados que ya están dentro de la ciudad.
Ayer hubo varios ataques contra la capital, pero residentes y periodistas dijeron que el fuego antiaéreo parecía menos nutrido que en días anteriores. Esto puede ser un indicador de que la capacidad de defensa de Trípoli está empezando a degradarse.
El canciller francés Alain Juppé defendió ayer las acciones de los aliados. “La destrucción del aparato militar de Khadafi es cosa de días o semanas, pero no de meses”, explicó. El vocero del gobierno libio, Moussa Ibrahim, denunció anoche que “tenía informes de que iban a atacar las comunicaciones y los medios de mi país” y pidió a las Naciones Unidas que frenaran los bombardeos “ilegales y morales” contra estos “blancos civiles”.
El régimen de Khadafi viene denunciando que las bajas civiles en los bombardeos no paran de subir, y el vocero Ibrahim dijo que ya “llegan a casi un centenar”, incluyendo algunos cadetes del Ejército. El funcionario no dio números de bajas militares y los gobiernos aliados dudan de la cifra de civiles muertos.
En esta guerra de percepciones, ayer a la madrugada un fotógrafo de Reuters fue llevado a un hospital en Tajoura, un suburbio de Trípoli, donde le mostraron 18 cadáveres quemados. Supuestamente, eran víctimas de un bombardeo a una base aérea de la zona. Aunque le dijeron que los muertos eran civiles y militares, los libios no dieron detalles sobre el lugar o manera de su muerte ni nombres. Otros reporteros, incluyendo los de The Independent, que trataron de ir a ese hospital y confirmar la historia, fueron frenados por retenes militares y detenidos por una hora y media, hasta que les ordenaron volver a Trípoli.
Otros periodistas fueron llevados al Cementerio de los Mártires a un funeral, transmitido en vivo por televisión, donde se enterró a trece personas. Los presentes disparaban al aire y cantaban “el pueblo quiere vengar a sus mártires”. Más tarde, funcionarios libios dijeron que en realidad los enterrados fueron 18 y algunos periodistas presentes afirmaron que algunos cuerpos fueron primero al Cementerio de los Mártires y luego fueron llevados a algún otro lugar, al parecer para otros funerales.
Después de una reunión de los aliados en Bruselas, la Organización del Tratado del Atlántico Norte anunció que tomará el mando aéreo de las operaciones en Libia. Sin embargo, la OTAN no se va a involucrar en las operaciones contra blancos terrestres, que seguirán en manos de los efectivos aliados.
“Hemos decidido implementar la zona de exclusión en Libia”, anunció el secretario general Anders Fogh Rasmussen tras la reunión de embajadores de los 28 países miembro de la organización en el cuartel general de Bruselas. “Actuamos en el marco de un gran esfuerzo internacional con el fin de proteger a los civiles”, precisó Rasmussen. El funcionario explicó que el rol de las fuerzas a su mando será básicamente pasivo y sólo abrirán fuego si son atacados por los libios.
Con lo que todo ataque a blindados, bases o posiciones en tierra seguirá, como desde que empezó el operativo, bajo mando de cada fuerza participante. Este resultado tan ambiguo refleja las disidencias internas entre los socios del Tratado por una operación militar que involucra a algunos de sus miembros pero no a todos. Británicos e italianos buscan abiertamente que la OTAN directamente tome el mando de las operaciones y haga los ataques a Libia propios. Con más cautela, Estados Unidos hizo saber que no vería mal que la organización tome el mando.
Pero Alemania se niega terminantemente y Turquía, el único miembro musulmán de la OTAN, tiene posiciones ambiguas, mientras que Francia teme que mostrar al bloque unido contra Libia ponga en contra al mundo árabe. La alianza se reúne el martes en Londres y el jueves la Unión Europea también tendrá un debate sobre la operación, cada vez más llena de grises. Por ejemplo, Turquía no participa de la zona de exclusión aérea ni de los ataques contra objetivos militares terrestres, pero sí de la vigilancia naval para evitar que Khadafi reciba suministros militares pese al embargo.
Donde no hubo mucha ambigüedad y sí entusiasmo fue en la celebración de la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton del “decisivo apoyo árabe” a los ataques contra Libia. Clinton recordó ayer que la Liga Arabe había aprobado abiertamente la zona de exclusión aérea y participó en las negociaciones en la ONU para lograr la resolución 1973 que la permitió.
Ayer, la secretaria agregó que “apreciamos profundamente sus continuas contribuciones, incluyendo aviones y pilotos de Qatar”. Este contexto era en realidad para anunciar que “esta noche, los Emiratos Arabes Unidos anunciaron que se unen a la coalición, enviando aviones para ayudar a proteger a los civiles libios y hacer cumplir la zona de exclusión aérea. Damos la bienvenida a este importante paso. Esto subraya la amplitud de esta coalición internacional y la profunda preocupación en la región por el sufrimiento del pueblo libio”.
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